Extremistas atacaron hoy una comisaría en el norte de Irak, donde mataron a nueve agentes, en una continuación de la ola de violencia en la que han perdido la vida al menos 500 personas en lo que va del mes, dijeron las autoridades.
Los insurgentes atacaron la comisaría a primeras horas del día en la aldea de Bashmaya, en las afueras de la ciudad de Mosul, dijo un agente.
La intensificación de la violencia ha reavivado los temores de que vuelva al país la violencia sectaria generalizada que colocó a Irak al borde de la guerra civil tras la invasión del 2003 que encabezó Estados Unidos.
En el tiroteo perdieron la vida nueve agentes y dos quedaron heridos en tanto que al parecer no hubo bajas entre los agresores, agregó.
Una autoridad médica confirmó las cifras de muertos y heridos. Ambos funcionarios solicitaron el anonimato porque no estaban autorizados a hacer declaraciones a la prensa
Mosul, a 360 kilómetros (220 millas) al noroeste de Bagdad, ha sido uno de los principales escenarios conflictivos en la reciente oleada de violencia.
Dentro de la intensificación de la violencia en Irak en los últimos meses, los insurgentes han lanzado ataques cada vez más audaces, como las incursiones de esta semana contra dos prisiones de alta seguridad cerca de Bagdad, donde mataron a decenas de personas y liberaron a centenares de reclusos, entre ellos miembros de un grupo afiliado a al-Qaida.
Más de 3.000 personas han muerto desde principios de abril y de estas, 500 en lo que va de julio.