Presuntos extremistas islámicos atacaron una universidad de agronomía en plena noche, asesinaron a decenas de estudiantes mientras dormían e incendiaron salones de clases, el hecho violento más reciente de una revuelta musulmana en el noreste de Nigeria.
El ataque, atribuido al grupo extremista Boko Haram, ocurrió a pesar del estado de emergencia decretado hace cuatro meses y medio en tres estados, una sexta parte del país. Este atentado y otros actos violentos recientes han despertado muchas dudas sobre las afirmaciones del gobierno y el mando militar de que están ganando la guerra a los extremistas en Nigeria.
El rector Molima Idi Mato, de la Universidad de Agronomía del Estado de Yobe, dijo a The Associated Press que la institución carecía de la protección de las fuerzas de seguridad. Hace dos semanas, el comisionado estatal para la educación imploró a las escuelas y universidades que reanudaran las clases y les prometió vigilancia de soldados y policías.
Idi Mato dijo que unos 50 estudiantes podrían haber sido asesinados en al ataque, el cual comenzó a la 1 a.m. del domingo en la zona rural de Gujba.
«Atacaron a nuestros estudiantes mientras dormían en sus pabellones. Les dispararon», agregó. La mayoría de las víctimas tenían entre 18 y 22 años.
Los militares nigerianos recuperaron 42 cadáveres y transportaron 18 alumnos heridos al Hospital de Especialidades de Damaturu, 40 kilómetros (25 millas) al norte, dijo un miembro de la inteligencia militar que insistió en el anonimato por no estar autorizado a hacer declaraciones a la prensa.
Dos de los heridos murieron después, dijo Adamu Usman, sobreviviente de Gujba que prestaba asistencia a las labores en el hospital.
El presidente Goodluck Jonathan condenó el domingo en la noche el ataque en una «conversación con la prensa» televisada, y puso en duda los propósitos de Boko Haram —que significa «La educación occidental está prohibida»_, el cual pretende instaurar la ley islámica en todo Nigeria. Dijo que se preguntaba si las víctimas fueron musulmanas o cristianas.
Usman indicó que casi todos los muertos eran musulmanes, ya que la mayoría del estudiantado de la universidad pertenece a la fe islámica.
Jonathan hizo un paralelismo entre este ataque y el ocurrido la semana pasada en el centro comercial más lujoso de Nairobi, donde extremistas islámicos del movimiento al-Shabab de Somalia asesinaron a 67 civiles después de que habían permitido a muchos islámicos marcharse del lugar. Boko Haram ha dicho que algunos de sus combatientes se han adiestrado con al-Shabab en Somalia.
El dirigente de Boko Haram, Bubakar Shekau, ha dicho en discursos por video que su grupo pretende poner fin a la democracia en Nigeria y sólo permitir la enseñanza en escuelas islámicas.
La sublevación de este grupo extremista representa el mayor desafío de seguridad en años en el país. Nigeria es el mayor productor de petróleo en África y tiene la mayor población del continente, con 160 millones de habitantes, repartida en números casi iguales de musulmanes y cristianos.
Los milicianos de Boko Haram han matado a más de mil 700 personas desde 2010.