Las autoridades iraquíes comenzaron a adoptar severas medidas de seguridad en todo el país en previsión de la ejecución del ex dictador Saddam Hussein, que podría ocurrir de un momento a otro, según una serie de indicios coincidentes detectados en Bagdad y Amman.
«Después de que fuera decidido por el tribunal, nadie puede oponerse a la ejecución del criminal Saddam Hussein», condenado a muerte en la horca, afirmó rotundo el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, en declaraciones citadas por la televisión pública Iraqia.
«Aquéllos que se oponen a la ejecución de Saddam están socavando la dignidad de los mártires de Irak», aseguró.
El ejército estadounidense, que mantiene arrestado al ex dictador iraquí desde diciembre de 2003, solicitó hoy a sus abogados que recojan los efectos personales del condenado a muerte, dijo hoy a la AFP uno de sus abogados en Amman.
Se le pidió asimismo recoger las pertenencias del medio hermano de Saddam, Barzan al Tikriti, ex jefe de los servicios de inteligencia iraquíes, también condenado a muerte, indicó el letrado Jalil Dulaimi.
Saddam Hussein, al Tikriti y el ex presidente del tribunal revolucionario, Awad al Bandar, fueron sentenciados a morir en la horca por el Alto Tribunal Penal de Irak por la ejecución de 148 pobladores chiítas en Dujail (60 km al norte de Bagdad) en los años 80, en represalia a un atentado contra el convoy presidencial.
La sala de apelación del Alto Tribunal ratificó el martes la sentencia contra Saddam Hussein, que será ejecutado en un plazo de 30 días, en «cualquier momento» a contar desde el 26 de diciembre.
El abogado Dulaimi agregó sin embargo que aún no había sido informado de una eventual transferencia de Saddam Hussein a las autoridades iraquíes encargadas de su ejecución.
El ex presidente iraquí está detenido desde hace un año bajo la autoridad legal del gobierno de Irak, pero sigue en manos del ejército estadounidense por motivos de seguridad.
«Legalmente, entregamos a Saddam Hussein a las autoridades iraquíes hace más de un año», indicó a la AFP el coronel Chris Garver, uno de los portavoces del ejército norteamericano.
Paralelamente, las autoridades iraquíes anunciaron que se tomarán importantes medidas de seguridad en Bagdad y en el resto del país durante la ejecución de Saddam.
«La ejecución de este asesino en serie será un acontecimiento mayor. Tomaremos las medidas de seguridad apropiadas», anunció el director de operaciones del ministerio del Interior, el general Abdul Karim Jalaf.
«Enviaremos a todas nuestras fuerzas a la calle para evitar que se pierdan vidas», explicó, sin más precisiones.
La Unión Europea reiteró el viernes su oposición a la ejecución del ex presidente iraquí, por boca del ministro de Relaciones Exteriores de Finlandia, Erkki Tuomioja, cuyo país ejerce actualmente la presidencia de turno de los 25.
«La UE se opone a la pena de muerte y ésta tampoco debería aplicarse en este caso», declaró Tuomioja.
Por otra parte, dos diplomáticos iraníes que habían sido detenidos por las fuerzas estadounidenses en Irak fueron liberados en la mañana del viernes, según la televisión estatal iraní.
Los estadounidenses habían anunciado el miércoles haber arrestado a dos iraníes, sospechosos de tráfico de armas con «grupos ilegales» en Irak, en una operación en la que se detuvo a una decena de personas el 21 de diciembre.