Extranjeros ví­ctimas de las academias de español


Los extranjeros que vienen a Guatemala no tienen garantizada la protección, y usualmente pueden caer como ví­ctimas de engaños. FOTO LA HORA: ARCHIVO

Las academias de español que trabajan en el paí­s enseñando nuestro idioma a personas extranjeras que residen, ya sea por temporadas o fijos, en Guatemala se han convertido en un negocio para «exprimir» económicamente a sus estudiantes.

Luis Arevalo
larevalo@lahora.com.gt

Marí­a Luisa Flores, viceministra de Educación, expresó que son varias las denuncias que han recibido en la dirección departamental del Ministerio de Educación (Mineduc), en Sacatepéquez, por ser Antigua Guatemala el lugar en donde más escuelas o academias de español se ubican.

Expresó que las denuncias, hechas por los estudiantes de las mismas, giran en torno al nivel de calidad del curso que se les imparte y de cobros excesivos por los mismos, les cobran mucho por menos horas en las que les enseñan poco y también por el incumplimiento del horario que les dicen en un principio.

En una entrevista con un maestro (quien prefirió no dar su nombre por temor a perder su empleo) que imparte clases de español en el Centro Lingí¼í­stico «La Unión», ubicado en Antigua Guatemala, detalló que los cobros que se les realizan a los alumnos son altos y que los pagos que el dueño les da a los maestros son muy bajos.

Además comentó que el poco aprendizaje de los estudiantes no es porque la educación que les da sea de baja calidad, sino que son pocas horas que estudian, por el precio tan elevado.

Explicó que por 20 horas a la semana cobran 105 dólares y de esta cantidad al maestro únicamente le pagan de 200 a 300 quetzales, dependiendo el horario en que les imparten los cursos. A esto agregó que en ocasiones les toca impartir el curso a dos estudiantes en el mismo horario, pese a que el curso es únicamente para una sola persona y del cobro de los dos, que hace un total de 210 dólares, únicamente les pagan un aproximado de Q400.

Flores explicó que las academias de español se rigen por el reglamento de Academias de Cursos Libres, y la Dirección General de Acreditación y Certificación (DIGEACE) tiene la responsabilidad de probar o no el funcionamiento de dichas academias, como bien lo establece el artí­culo 2, inciso B, del Acuerdo Ministerial 2733-2007.

Sin embargo, Flores explicó que no están sujetas a un régimen escolarizado y que de cierta forma son independientes, tienen horarios libres y flexibles. «Son eminentemente privadas», explicó la entrevistada, al referirse a que únicamente tienen la acreditación del Mineduc y alguna certificación que se les pueda extender a los estudiantes.

De ser los cursos por perí­odos de tiempo corto, como sucede en las academias de español, no les dan ningún diploma o certificado. íšnicamente, si lo solicita el estudiante, el Mineduc, por medio de la Escuela en donde hayan estudiado, les extiende un comprobante.

Las Direcciones Departamentales de Educación se encargan de darles seguimiento a las denuncias y de imponer las sanciones respectivas, que pueden llegar hasta el cierre de la academia, de ser recurrentes, pero esto si son denunciadas, porque muchas veces no se denuncia.

Requisitos Abrir una academia


Los requisitos para poder abrir una academia de español o de cualquier otro tipo, no son muchos. Flores detalló que únicamente deben tener establecido el personal pedagógico (maestros y un director), que toda la papelerí­a de ellos esté en orden y que tengan un establecimiento, en este último necesitan la aprobación del Mineduc luego de realizar una evaluación a las instalaciones y de determinar si son aptas para un centro de aprendizaje.

Además de esto, la Viceministra expresó que en Antigua Guatemala se han dado casos en los que el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) ha realizado pruebas a los maestros, para saber qué tantos conocimientos tienen de otros idiomas o por lo menos del inglés y qué tanta preparación pedagógica tienen.

VíCTIMAS No solo extranjeros


El mismo trabajador del Centro Lingí¼í­stico «La Unión» expresó que además de los bajos salarios y de las saturación de las clases y la recarga de trabajo en temporada alta, durante las fechas de fin de año cuando los cursos de español son menos demandados, tienden a bajarles más los sueldos y a ponerlos a trabajar por horas.

Tal es el caso de él, a quien luego de varios meses de trabajar con contrato, hace pocas semanas a él, junto a sus 30 compañeros que imparten clases, les suspendieron el contrato, con el argumento de que no alcanzan los ingresos para costear los sueldos fijos, por lo que se encuentran ganando por hora y sin prestaciones.

Agregó que les dijeron que les pagaban por horas si les gustaba, de lo contrario que no habí­a otra opción.

Sobre este tema fue consultado el inspector general de Trabajo, Giovanni Soto, quien manifestó que en la sede central del Ministerio de Trabajo (Mintrab), no tienen conocimiento sobre denuncias de esta naturaleza y explicó que las denuncias tendrí­an que ser interpuestas en la sede regional e instó a los trabajadores de las mismas a realizarlas, ya que solo así­ se podrá investigar y hacer algo al respecto.