El expresidente del Bayern Múnich Uli Hoeness fue víctima de una extorsión bajo la amenaza de «problemas serios» en cuanto ingresara en la cárcel del sur de Alemania.
«Su tiempo en prisión no será precisamente agradable», escribió el extorsionador en su carta de varias páginas dada a conocer hoy y en la que aseguraba tener «influencia» en el sistema penitenciario bávaro para poder convertir su paso por la cárcel en un calvario.
De acuerdo a informaciones publicadas en el diario alemán Süddeutsche Zeitung (SZ) el hombre le reclamó a Hoeness el pago de 200 mil euros (unos 280 mil dólares) para evitar represalias en prisión.
Fuentes policiales informaron hoy que el supuesto chantajista es un hombre de 50 años con antecedentes penales, que ha pasado en varias ocasiones por la cárcel.
La carta llegó el sábado a la casa de Hoeness en Bad Wiessee (Baviera). La familia informó inmediatamente a la policía. «Las amenazas tenían pies y cabeza», indicó un portavoz de la jefatura de policía de Alta Baviera en Rosenheim. «Por ello nos las tomamos tan en serio».
El sospechoso fue detenido el sábado por la tarde en Múnich cuando debía tener lugar la entrega del dinero acordado. En su intento de huida se cayó de la bicicleta y acabó siendo trasladado temporalmente a un hospital.
Según el «SZ» la policía depositó un paquete con el dinero en una papelera en una estación de autobús en el barrio de Sendling en Múnich, donde está la vivienda del individuo.
La prisión de Landsberg, donde deberá ingresar Hoeness en pocos días para cumplir su condena de tres años y medio de prisión por evasión fiscal, tiene buena fama.
No obstante, el expresidente del Bayern Múnich solicitó cumplir la condena en otra penitenciaria aduciendo peligro para su esfera privada y posibles indiscreciones por parte de otros prisioneros o del personal de la prisión.