Para quienes no hayan leído los artículos anteriores, les informo: en el primero, abordé la celebración del cuadragenario aniversario de la creación de la Dirección General de Extensión Universitaria de la Usac, organizada por su Director, doctor Jorge Solares, acto al que nos designó a tres participantes de la Revolución de Octubre, licenciado í“scar Barrios Castillo, doctor Carlos González Orellana, licenciado Efraín de León y a mí, para que evocáramos gestas de la «Primavera Democrática» y así lo hicimos. Yo inicié el análisis de la Política Económica proteccionista de aquella época y lo continué en el segundo; en el tercero, principié a tratar el tema Trabajo y Previsión Social, el cual terminaré en este artículo y comentaré el proceso de Reforma Agraria y cerraré la serie de estos escritos, recordando la patriótica salvaguarda de la soberanía nacional.
Continuando con el tema de Trabajo y Previsión Social, he de decir que durante los años de la Revolución de Octubre, el Ministerio de Trabajo, que integraba una unidad con el de Economía, para atender debidamente a los trabajadores del país, contaba con un cuerpo de Inspectores de Trabajo, capacitados, honestos y diligentes que supervisaban a los empleadores y les hacían cumplir las disposiciones tutelares de la Constitución de la República y del Código del Trabajo, que garantizaban los derechos de los asalariados. Además, la responsabilidad del desempeño de la función judicial por parte de jueces y magistrados de la jurisdicción privativa de trabajo, aseguraba justicia social a los trabajadores y, en especial, a menores de edad, mujeres y adultos mayores.
En cuanto a Previsión Social, baste saber que a un año de haber tomado posesión de su cargo, el presidente Arévalo, creó el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.
REFORMA AGRARIA. Con anterioridad a la Revolución todavía prevalecía, como ahora mismo, el régimen latiminifundio, establecido en el siglo XVI por los conquistadores españoles. Fue el diputado Jorge García Granados, quien redactó varios artículos de la Constitución de 1945, que sentaron la base jurídica para realizar la reforma agraria (Artículo 83, declaratoria de utilidad e interés nacional el mejoramiento económico, social de los grupos indígenas), (Artículo 90, Propiedad Privada, garantizada como función social), (Artículo 91, Prohibición de los latifundios).
El presidente Arévalo no realizó la reforma agraria, pero sí patrocinó la Ley de Arrendamiento que facilitó a los campesinos el acceso a la tierra. El presidente írbenz sí la inició. En junio de 1952, el Congreso aprobó el Decreto 900, ley de Reforma Agraria, y a un año y medio, al 31/12/53, las tierras expropiadas eran 475,356 manzanas, incluidas las de la UFCO y su subsidiaria CAG. Además, fue fundado el Banco Nacional Agrario que suministraba créditos blandos y supervisados, en condiciones tales que cuando ya vencía su plazo, la cosecha estaba lograda, así como la cancelación del préstamo. Reforma Agraria que reparaba el despojo que los colonizadores hispanos habían cometido de las tierras de los pueblos, indígenas, precolombinos y continuado hasta 1944. El imperio norteamericano, invadió militarmente Guatemala, por la expropiación de las mal habidas tierras a la transnacional UFCO y derrocó al presidente írbenz.
INVIOLABILIDAD DE LA SOBERANíA. Guatemala desde el siglo XVI había sido colonia español, hasta que en 1821 se declaró independiente, pero manteniendo los dirigentes criollos la misma mentalidad colonial, pues se planteó la adhesión de Guatemala al Imperio de Agustín de Iturbide, o sea a México. Razón por la cual la verdadera Acta de Independencia es la de 1823, que proclamó la Independencia «de España, de México y de cualquiera otra potencia del Antiguo o del Nuevo Mundo», o sea del Imperio Yanqui.
Ya hemos visto que también hemos estado bajo el dominio de la Gran Bretaña, que nos arrebató el territorio de Belice y del alemán, tanto en la época de los monarcas kaiserianos, como del nazi-fascista, Adolfo Hitler.
El único período de nuestra historia, en el que las autoridades del Estado mantuvieron incólume la soberanía nacional y nuestra Patria no fue dominada por ninguna potencia extranjera, fuese capitalista, fascista o comunista, ha sido la década 1944-1954, lo cual basta para proclamar al proceso democrático-popular, adversario de la discriminación, tanto racial, de género, como social, de la Revolución del 20 de Octubre de 1944, como la gesta más grandiosa de la historia patria.