Hoy en el juzgado Segundo de Sentencia Penal, Byron Sánchez Corzo, exsecretario privado de Eduardo Meyer, amplió su primera declaración por su supuesta participación en el desvío de los 82.8 millones de quetzales en el Congreso de la República.
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En esa ocasión, el señalado dijo que solo siguió órdenes de Meyer y aseguró que no tenía la autoridad para cometer las acciones que el Ministerio Público (MP) le señala.
Además, resaltó que Meyer, expresidente del Congreso, era el responsable de las acciones y quien decidió trasladar el dinero a Mercados de Futuro y los otros bancos.
La fiscalía le imputa a Sánchez Corzo los delitos de concusión, lavado de dinero y otros activos, lavado de dinero continuado, abuso de poder y peculado.
Sánchez Corzo dijo que no existió ningún plan para desviar los fondos tal como lo plantea la fiscalía. Asimismo, aseguró que no recibió ninguna ganancia o comisión del dinero desviado.
El MP lo cuestionó por firmar unas cartas que permitían el traslado del dinero, a lo que respondió que fue una orden de Meyer.
La defensa de Corzo solicitó que la prensa no estuviera presente, pero la petición no fue aceptada. Anteriormente, Corzo tuvo la oportunidad declarar sobre los hechos, sin embargo, se abstuvo ya que los medios de comunicación estaban presentes en la Sala.