Exprimir al campesino


Bajar el precio de la canasta básica, son las palabras engaña-babosos que escriben muchos columnistas que ya están aprendiendo a los polí­ticos con los famosos precios acordados. Cualquiera que tenga un poco de sentido común lo sabe, pero también sabe que decirlo le puede costar el apelativo de ultra derecha y muchas otras cosas más, pero es ridí­culo que alguien, por muy ignorante que sea pudiera pensar que algo puede bajar, cuando sólo por el hecho que el transporte sea más caro, el precio tiene que aumentar.

Guillermo Castañeda Lee, Céd. R-19 No. 997, Teculután, Zacapa

Pretender que se bajen los precios de los granos que incluye la canasta básica, es como darle el tiro de gracia al campesino que se raja el lomo de Sol a Sol para producirlos, que si alguna vez, alguna ganancia le podrí­a quedar esta se la quedan los intermediarios, que aprovechan las necesidades del campesino que al final de la cosecha tiene que vender su producto cuando los precios se han derrumbado.

Además de sus desgracias, el campesino se traga el cuento de que el gobierno le está dando fertilizantes baratos, cuando aplicarlo no le favorece en el aumento de producción, por lo que al final se convierte en el fertilizante más caro del mundo.

Si fuera cierto que estamos en tiempos de solidaridad, no debiéramos dejar que el campesino somate el producto de su trabajo fijándole precios de garantí­a para que él sepa que su trabajo vale para los guatemaltecos y que puede cultivar la tierra con confianza.

Decir que se apoya el campesino, sin establecerle precios de garantí­a, sin darle asesorí­a técnica y un posible financiamiento, es hablar basura y sólo queda esperar que muera de hambre.

Como ven, pedir que baje la canasta básica, es querer comer a costillas del campesino, extorsionarlo, exprimirlo y si posible, darle el tiro de gracia.