Explosión en mina podrí­a dejar saldo de 70 muertos


Un minero se toma un descanso durante la búsqueda de ví­ctimas. FOTO AFP / ARBOLEDA Raúl

Alrededor de 70 trabajadores de una mina de carbón de Amagá (noroeste de Colombia) están probablemente muertos luego de una explosión ocurrida la noche del miércoles, según las autoridades, en tanto que la Cruz Roja ha confirmado 16 fallecidos hasta el momento.


«Hemos detectado 16 cuerpos en la boca de la mina, cuyas muertes han sido confirmadas», dijo este jueves a la AFP Carlos Iván Márquez, director de socorro de la Cruz Roja colombiana, al señalar que sólo han podido sacar once cadáveres.

Las labores de búsqueda avanzaban lentamente debido a la presencia de gases que no se han podido disipar totalmente.

«No sabemos si alguien adentro logró sobrevivir. Hay que ingresar a la mina, pero no se ha podido porque hay acumulación de gases, como monóxido de carbono, y se está haciendo un trabajo de ventilación», añadió Márquez.

Sin embargo, el gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, precisó a la AFP que dos personas que aparentemente lograron salir de la mina justo antes de la conflagración sobrevivieron, y uno de ellos se encuentra hospitalizado en la ciudad de Medellí­n (400 km al noroeste de Bogotá).

Poco antes, el presidente Alvaro Uribe habí­a expresado su dolor por el accidente.

«No lo puedo ocultar: tengo muchí­simo dolor de saber que hay 72 personas allá atrapadas. Una suerte bien difí­cil. Hemos rescatado 16 cadáveres», dijo Uribe.

El mandatario solicitó que se informe «rápidamente cuáles eran las condiciones de seguridad industrial para trabajar en esa mina, si estaba al dí­a en el cumplimiento de los requisitos, si tení­an al dí­a los seguros de accidente de trabajo y de riesgos profesionales».

Decenas de familiares se encontraban en los alrededores del lugar para conocer la suerte de los mineros, pero las autoridades los mantení­an alejados por motivos de seguridad.

Liliana Aguirre, un ama de casa de 25 años, ex esposa de uno de los mineros atrapados con quien tiene un hijo de 7 años, dijo sentirse «muy triste».

«Estoy aquí­ desde esta mañana. Lo único que me han dicho es que tengo que esperar porque hay mucho gas y no pueden entrar (a la mina)», se lamentó la mujer tras señalar que la mina, que se maneja de manera legal, «parecí­a segura».

Márquez indicó que en el momento de la explosión habí­a dentro de la mina unas 70 personas. Los socorristas tuvieron que esperar hasta el amanecer del jueves para acudir al rescate de los mineros debido a la emanación de gases, explicaron funcionarios locales.

El ministro de minas, Hernán Martí­nez, señaló que al parecer la explosión se habrí­a producido por la falta de detectores permanentes de fugas de gas.

«Estoy muy preocupado por la magnitud de la explosión. El pasado 9 de junio se hizo la última inspección a la mina y no se encontró nada irregular. Sin embargo, tenemos que investigar el reporte, porque lo más probable es que no existiera detector de gases», dijo el ministro en rueda de prensa.

En tanto, los cuerpos recuperados eran trasladados al coliseo municipal, que fue habilitado para recibirlos puesto que «la morgue del cementerio no tiene capacidad suficiente para una emergencia como la que se acaba de presentar», señaló la alcaldesa de Amagá, Auxilio Zapata.

Luz Amanda Pulido, directora del sistema nacional para la prevención y atención de desastres, aseguró a radio Caracol que «no son muchas, prácticamente ninguna», las probabilidades de que los mineros hayan sobrevivido.

La explosión, que produjo una serie de derrumbes internos, ocurrió durante el relevo de trabajadores de la mina, una de las más grandes de la región carboní­fera del noroeste del paí­s, en la que trabajan 600 personas.

En noviembre de 2008 la misma mina se inundó, lo que dejó cinco muertos.