Explosión cerca a residencias cubana y venezolana



Dos artefactos explotaron la madrugada de ayer cerca al consulado de Venezuela y a una residencia de médicos cubanos en la ciudad boliviana de Santa Cruz sin causar daños personales, en actos calificados de «terroristas» por el gobierno de Evo Morales.

Un informe preliminar de la Policí­a, corroborado por el ministro del Interior, Alfredo Rada, menciona que «desconocidos lanzaron los artefactos desde vehí­culos en movimiento», sin que que hasta el momento se haya logrado identificar a los responsables.

«Se utilizó un cachorro (taco) de dinamita en el consulado y otro en el domicilio habitado por médicos cubanos que fueron lanzados desde un vehí­culo en movimiento», dijo Rada en rueda de prensa.

Los atentados revisten «caracteres terroristas», deploró Rada.

«El gobierno nacional va a efectuar todos los esfuerzos, juntamente con la policí­a nacional y los organismos especializados de investigación para dar con los autores materiales de estos atentados», prometió la autoridad.

La televisión mostró imágenes del tejado de una vivienda vecina a la legación venezolana con evidentes destrozos por la explosión y difundió declaraciones del dueño del inmueble quien confirmó el hecho.

«La explosión fue como a las 3 de la madrugada, estábamos durmiendo, somos vecinos del consulado venezolano y posiblemente quisieron atentar contra ellos», afirmó el dueño del domicilio, quien rehusó identificarse.

Casi a la misma hora otro explosivo de bajo poder detonó frente al domicilio donde está alojado personal médico y administrativo de la embajada de Cuba.

Una fuente ligada a la embajada de Cuba en La Paz señaló que el artefacto únicamente impactó en la acera del domicilio sin acusar daños ni materiales ni personales en la residencia.

Los incidentes ocurren dos dí­as después de que Rubén Costas, gobernador derechista del departamento de Santa Cruz -la región más rica y poderosa de Bolivia- calificara de «macaco mayor» al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aliado polí­tico del mandatario boliviano.

El ministro Rada ligó la declaración con los atentados.

«Las ofensas, desaprensivas, equivocadas palabras que el prefecto del departamento de Santa Cruz pronunció el dí­a viernes constituyeron una agresión verbal, justamente a los paí­ses que sufrieron este tipo de atentados», dijo el ministro del Interior.

«Toda agresión verbal, tarde o temprano se convierte en agresiones materiales», reflexionó.

En tanto el canciller venezolano Nicolás Maduro acusó desde Caracas a la «oligarquí­a racista» boliviana por las explosiones ocurridas.

«Este ataque terrorista tiene autor material e intelectual: la oligarquí­a racista y retrógrada» de Bolivia, dijo el canciller venezolano.

Por su lado, el embajador de Venezuela en Bolivia, Julio Montes, afirmó que «es expresión de una minorí­a radicalizada» la sucedido en la ciudad boliviana, aunque aclaró que «no representa para nada el sentir de los bolivianos».

El ex presidente derechista, Jorge Quiroga, lí­der del principal partido de oosición boliviana, calificó el hecho de «autoatentado», sin aportar pruebas.

Bolivia, Venezuela y Cuba lideran la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), como contraposición a los tratados de libre comercio (ALCA), alentados por Estados Unidos, paí­s con el cual el gobierno de Morales tiene una tensa relación.

Cuba apoya en Bolivia con cerca a 2.000 médicos una Misión Milagro, con operaciones oftalmológicas gratuitas, e impulsa con logí­stica una campaña de alfabetización, que cuenta con financiamiento de Caracas, cuyo monto no ha sido precisado.

Venezuela tiene acuerdos con La Paz por unos 700 millones de dólares para la industrialización del gas natural y la exploración gasí­fera y petrolera en este paí­s. Además sostiene un amplio plan de cooperación en varias áreas, incluyendo la militar.