Una poderosa explosión estremeció ayer la principal universidad de la ciudad norteña de Alepo, donde dejó un número indeterminado de víctimas, de acuerdo con activistas y reportes de la televisión estatal siria.
Se desconocía de inmediato la causa de la explosión en la Universidad de Alepo, donde se impartían clases ayer. Surgieron además reportes contradictorios sobre qué parte del campus fue afectada por el estallido.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, una organización con sede en Gran Bretaña que cuenta con una red de activistas en el país del Medio Oriente, informó que 15 personas murieron y «decenas» resultaron heridas en dos explosiones cerca de los dormitorios de la universidad. Añadió que no estaba claro si la destrucción fue causada por bombas o proyectiles de artillería.
La televisión estatal no dio detalles de la explosión ni precisó el número de víctimas. Sin embargo, un funcionario sirio en Damasco indicó que dos cohetes alcanzaron la Academia de Tecnología de la Información en la Universidad. El funcionario, que solicitó permanecer anónimo en cumplimiento con la regulación, dijo que los dos cohetes fueron lanzados desde una zona controlada por los rebeldes en Alepo.
Alepo, la ciudad más grande de Siria y otrora un polo comercial, ha sido uno de los principales frentes de la guerra civil en la nación desde julio, y la lucha entre fuerzas del régimen y rebeldes en la urbe ha caído en un sangriento estancamiento. Habitualmente, los efectivos del gobierno y los insurgentes se enfrentan con cohetes y proyectiles de mortero en la ciudad.
En los meses recientes, Alepo y Damasco, la capital, han sido azotadas por una ola de explosiones que han dejado numerosos muertos. Muchos atentados con bomba, que han apuntado principalmente contra inmuebles gubernamentales, se han atribuido a extremistas islámicos que combaten del lado de los rebeldes.
También ayer, soldados y rebeldes se enfrentaron en los suburbios de Damasco, mientras que los bombardeos y operaciones del gobierno en otras zonas del país dejaron decenas de muertos, expresaron los activistas.
Los nuevos hechos de violencia ocurrieron un día después de que el Viceministro sirio del Exterior dijo que el presidente Bashar Assad no renunciará antes de las elecciones presidenciales previstas para mediados de 2014. Faisal Mekdad indicó que Assad volverá a postularse para el cargo el año próximo, una declaración que apaga prácticamente las ya débiles esperanzas de un acuerdo político.
Desde marzo de 2011, cuando comenzó la crisis siria, la oposición ha señalado que no aceptará solución alguna que no implique la renuncia de Assad. Durante el conflicto, al menos 60 mil personas han perdido la vida, y millones han debido huir de sus hogares, de acuerdo con Naciones Unidas.