El hombre cuyo equipo halló los restos del Titanic dirige ahora una misión científica para explorar una gran falla submarina cerca de Puerto Rico que según los expertos podría provocar un potente terremoto en el futuro.
El doctor Robert Ballard supervisará a 31 científicos que a partir del viernes emplearán vehículos a control remoto para explorar la falla Septentrional y otras formaciones vecinas. La misión los llevará también a las Islas Vírgenes estadounidenses, así como a Dominica y Montserrat, en el Caribe oriental, donde hay volcanes en actividad.
La falla Septentrional discurre a lo largo de la frontera de las placas tectónicas del Caribe y de Norteamérica.
Los científicos a bordo del buque de investigaciones Nautilus dijeron que determinarán si esas formaciones significan un peligro para la región.
Ballard dijo a la Associated Press vía telefónica desde Connecticut que la fosa de Puerto Rico es capaz de generar sismos amplios y muy potentes.
La primera parte de la expedición se concentrará en la costa norte de Puerto Rico, donde un sismo en octubre de 1918, de magnitud 7.2, mató a 116 personas y desencadenó un tsunami. Los investigadores explorarán un deslizamiento terrestre submarino que creen provocó olas de 6 metros (20 pies).
También usarán los vehículos para explorar la grieta de la Mona, con profundidades de 4 mil metros (13 mil pies), y analizar varias fallas, incluso la Septentrional, que concluye en lo que los científicos describen como una depresión circular inusual no vista en otra falla en el mundo.
La información recolectada ayudará a los sismólogos a comprender lo que ocurre a lo largo de esas fallas y a ayudarles a enfrentar desastres naturales, dijo Dwight Coleman, oceanógrafo y líder de la expedición que se concentra en Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses.
Los científicos también explorarán los organismos y el lecho marino del Pasaje de la Mona, entre Puerto Rico y la República Dominicana, uno de varios sitios en los que las aguas del Atlántico penetran en el Caribe, donde se tornan más cálidas y salinas.
El buque de exploración de 64 metros (211 pies), el Nautilus, viajará más adelante a las Islas Vírgenes estadounidenses para tratar de precisar el origen de un sismo de magnitud 7.5, en octubre de 1867, que desató olas gigantescas que azotaron St. Thomas y St. Croix. Después seguirá viaje a Montserrat y Dominica, que presentan masivas erupciones volcánicas.
Vehículos a control remoto explorarán volcanes submarinos y determinarán si siguen activos, como también cartografiarán un volcán submarino activo al norte de Granada que no ha sido explorado en diez años.
La misión de 3 millones de dólares que comenzará en Puerto Rico y concluirá en Granada es financiada por medio de una red de agencias y organizaciones, como la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera, de Estados Unidos, La National Geographic y la Universidad de Rhode Island.