Exploradores rusos intentarán el miércoles un histórico descenso, en dos pequeños submarinos, al fondo del océano Artico, bajo el Polo Norte, en una expedición científica que además busca asegurar la reivindicación de Rusia sobre esos territorios que podrían ser ricos en petróleo, gas, oro, diamantes y platino.
Los dos navíos rusos de la expedición, el barco de investigaciones «Académico Fiodorov» escoltado por un rompehielos de propulsión nuclear, se encuentran ya cerca del Polo Norte.
«El navío (que transporta los submarinos) se sitúa actualmente a una latitud de 86 grados. El descenso tendrá lugar el 1 de agosto», declaró a la AFP un portavoz del Instituto Ruso de Investigación sobre el Artico y la Antártica de San Petersburgo. El Polo Norte se ubica a una latitud de 90 grados.
Los exploradores planean utilizar dos modernos minisubmarinos, Mir I (paz) y Mir 2, para sumergirse hasta 4.200 metros y realizar experimentos científicos y plantar la bandera rusa en el fondo marino.
«El descenso debe realizarse el miércoles en la noche, el capitán decidirá el sitio antes de que anochezca», dijo a la AFP un responsable del Instituto ruso de investigaciones sobre el Artico de San Petersburgo, Serguei Boliachnikov.
La expedición no está segura, sin embargo, de poder efectuar la inmersión este miércoles, añadió, explicando que «dependerá de las condiciones meteorológicas».
«Vamos a llevar a cabo una operación bastante arriesgada al descender a esas profundidades, en el fondo del mar, en el más severo y violento de los océanos, donde nunca nadie ha estado antes», declaró el jefe de la expedición y parlamentario Artur Chilingarov.
Esta inmersión debe ser la primera de una serie y es parte de un viaje qye comenzó a fines de julio con el objetivo de apoyar las reivindicaciones rusas sobre esta zona del Artico, de soberanía compartida, que supuestamente puede ser rica en petróleo y gas.
Más allá del interés científico, la expedición Artico 2007 pretende insistir sobre los intereses rusos en torno al control de la región.
Chilingarov estimó que la iniciativa ayudará a Rusia a avanzar en la reivindicación de estos territorios, disputados con otros países, entre ellos Estados Unidos, y que podrían ser ricos en petróleo y gas.
En un discurso pronunciado en mayo, el presidente ruso, Vladimir Putin, prometió realizar esfuerzos para preservar los «intereses estratégicos, económicos, científicos y de defensa de Rusia» en el Artico».
Existe una creciente rivalidad en torno a esta región en momentos en que las reservas de energía comienzan a escasear en otras partes del mundo y el derretimiento de las capas de hielo polar hace que el área sea más accesible para las investigaciones y la actividad económica.
Sin embargo algunos expertos advierten que las reservas de petróleo y gas en la región no son tan vastas como para compensar los altos costos de la operación y las dificultades del trabajo en las condiciones del océano Artico.
La expedición Artico 2007 espera establecer que una sección de la cordillera submarina Lomonosov, que incluye el Polo Norte, es en realidad territorio ruso.
En esta cordillera sumbarina de 1.800 kilómetros de longitud los yacimientos de hidrocarburos son estimados en 700.000 millones de dólares.
La expedición partió la semana pasada del norteño puerto ruso de Murmansk.