La administración del presidente estadounidense, Barack Obama, revisará el programa Constellation de la NASA que prevé un regreso de los estadounidenses a la Luna y misiones habitadas hacia Marte, según el proyecto de presupuesto 2010 presentado el jueves.
«La NASA revisará este verano (boreal) las actividades de los vuelos espaciales habitados cuando finalice el programa del transbordador», indica el documento del proyecto de presupuesto 2010 que Obama transmitió al Congreso y que propone 18.700 millones de dólares en total para la agencia espacial estadounidense, un alza de 5% en relación a 2009.
Esta revisión «será realizada por un grupo independiente de expertos que analizará los programas de vuelos habitados de la NASA y propondrá posibles alternativas», dijo en un comunicado Christopher Scolese, administrador interno de la agencia.
El objetivo es «proponer alternativas que garanticen que el programa nacional de vuelos espaciales siga siendo seguro, innovador y accesible en los años que sigan al retiro de los transbordadores», añadió, precisando que el trabajo realizado en el marco del programa Constellation continuará mientras dure esta revisión.
Está previsto que los tres transbordadores que quedan en la flota sean retirados del servicio en 2010, fecha en la que debería finalizarse la construcción de la Estación Espacial Internacional (ISS, por su sigla en inglés). La decisión fue tomada por el ex presidente George W. Bush tras el accidente del transbordador Columbia en febrero de 2003.
En enero de 2004, Bush develó el programa Constellation, que debe suceder al transbordador a partir de 2015 con los objetivos de que el hombre regrese a la Luna antes de 2020 y luego la preparación de misiones habitadas hacia Marte.
Constellation es asimilable al concepto Apollo de conquista de la Luna en 1969, combinado con tecnologías del transbordador, fundamentalmente su sistema de lanzamiento.
Enterrado el concepto de avión espacial, será de nuevo una cápsula bautizada Orion, instalada en la punta de un cohete, la que llevará a los astronautas al espacio.
Pero Constellation «suscita muchas críticas, particularmente la idea de instalar una estación permanente sobre la Luna», explica John Logsdon, ex director del Instituto de política espacial de la Universidad de George Washington y cercano a la administración Obama.
Barack Obama había indicado durante el periodo de transición que suscribía los objetivos de Constellation pero que su administración deseaba también revisar el programa en detalle, observó John Logsdon.
El asunto será entonces saber si Constellation, tal como está concebido, es la mejor forma de gastar los más de 3.000 millones de dólares anuales entonces disponibles, explicó el experto, recordando que el presidente estadounidense aún no designó a un nuevo director al frente de la agencia espacial en reemplazo de Michael Griffin, elegido por Bush en 2005.
Obama había declarado en marzo en una entrevista con Los Angeles Times que la NASA sufría «de una sensación de falta de dirección» y que la agencia necesitaba una misión para el siglo XXI.
El próximo administrador de la NASA deberá «reflexionar sobre la misión principal de la agencia y en las próximas grandes epopeyas y descubrimientos que serán realizados», añadió.
La Casa Blanca ya propuso dos candidatos para dirigir la NASA: el general de la Fuerza Aérea retirado Jonathan Gration, uno de los asesores en defensa de Obama, y más recientemente Steve Isakowitz, director financiero del Ministerio de Energía.
Pero ambos fueron bloqueados por el senador demócrata de Florida, Bill Nelson, influyente miembro de la Comisión encargada de confirmar la candidatura.
La Casa Blanca intentó luego convencer al general retirado Lester Lyles, quien rechazó la oferta por motivos financieros, según John Logsdon.
«Volvieron al punto de partida», observó, añadiendo que «esta situación crea mucha ansiedad en la NASA».