Expertos: Petrocaribe facilitará financiamiento, no precios bajos


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El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, dijo la semana pasada que existe el interés de parte de su gobierno de “tomar en serio el tema de Petrocaribe”, un Acuerdo de Cooperación Energética impulsado por Venezuela, cuyos beneficios serían perceptibles, según dijo, principalmente en los precios del diesel y en la construcción de carreteras, pero expertos en la materia consideran que el convenio se reduce al financiamiento y los plazos para la adquisición de los energéticos.

Por Luis Arévalo
larevalo@lahora.com.gt

Según expertos económicos, el acuerdo consiste más bien en cooperación desde el punto de vista de financiamiento, y no tanto en reducción de precios en los productos derivados del petróleo para el mercado nacional, cuyo importe está sujeto a las oscilaciones que se presentan de un momento a otro a nivel internacional.

Carlos González Arévalo, de la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales (ASÍES), dijo que la esencia de Petrocaribe es proveer combustibles, donde “el cincuenta por ciento de la factura se tiene que pagar inmediatamente, y lo restante el Gobierno lo puede utilizar y pagarlo en el largo plazo”.

Es decir, que el Gobierno cobra a los abastecedores del mercado nacional, en este caso las distribuidoras, la totalidad del importe de la factura petrolera del país, dependiendo de los combustibles que estén sujetos al acuerdo, pero puede conservar la mitad de la cantidad global, “para hacer un fondo y realizar proyectos de inversión”, que se convertiría en nueva deuda, probablemente en dólares, apuntó el analista.

En ese sentido, Eduardo Velásquez, profesor titular VIII del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR), de la Universidad de San Carlos de Guatemala, coincidió con González Arévalo, en el sentido que la ventaja que ofrece el Acuerdo es la de posponer el pago de una parte del consumo de los productos que el país reciba.

LAS FACILIDADES

El experto de ASÍES, comentó que la ventaja que ofrece Petrocaribe, es la de cobrar una tasa de interés baja por la parte del pago que se pospuso, por lo que se constituye en una venta de combustibles a plazos de parte de Venezuela.

Sin embargo, hizo énfasis en que, por la cantidad de Reservas Monetarias Internacionales (RMI) que tiene nuestro país actualmente, de poco más de US$ 6.1 miles de millones, según datos del Banco de Guatemala, no pareciera estar necesitado –del Acuerdo–, porque hay suficientes dólares para pagar la importación de combustibles”, indicó.

LOS PRECIOS

Según el ministro de Energía y Minas, Erick Archila, los precios del diesel en el marco de Petrocaribe, sí tendrían una modificación de por lo menos 25  centavos de dólar estadounidense, que para el mercado interno serían aproximadamente Q2 de diferencia con el precio actual.

En esa línea, los analistas difieren un poco, pues González Arévalo dijo que “no hay una consideración de que vayan a ser blandos, sino los de mercado”, por tanto, “si el entrar al Acuerdo no los abarata, no le encuentro mayor ventaja”.

Velásquez, por su parte, comentó que “los precios son competitivos, pero la realidad es que se trata de créditos”, y sería como decir, en el caso de un vehículo convencional, “usted llene el tanque ahorita y me paga después”.

En ese contexto, desde la perspectiva de los economistas consultados, si los precios aumentan en el mercado internacional, también lo harían a nivel interno, como hasta ahora sucede.

 LA DEUDA

El experto del CEUR, consideró que la parte de la factura que no se cancela de inmediato, puede tener usos alternativos, como por ejemplo, si se tuviera una crisis fiscal, cancelar las obligaciones con esos recursos, pero tendría el inconveniente de aplazar deuda, que se convierte desde el inicio, “en deuda de Estado”.

Según González Arévalo, en el gobierno pasado se tuvo suficiente endeudamiento público, por lo que “tampoco pareciera aconsejable que se endeude al país por las pocas ventajas que ofrece el programa”.

Según el experto de Asíes, cuando en el gobierno pasado se suscribió el Acuerdo, hubo un sector que opinaba “que parecía que había unas mieles entre el gobierno de Álvaro Colom y Venezuela y, que detrás de una adhesión a un programa como este, detrás vendrían otras cosas de tipo político”, pero como ya nada se concretó, no pasó de ser una especulación.