Los expertos de la ONU que investigaron un supuesto ataque con armas químicas en las afueras de Damasco partieron de Siria y cruzaron hacia el vecino Líbano a primeras horas de hoy, después que el presidente Barack Obama dijo que sopesa ordenar una ofensiva «limitada y estrecha» contra el régimen sirio.
BEIRUT /Agencia AP
Un equipo de AP vio al conjunto de la ONU entrar en Líbano desde Siria por el cruce fronterizo en Masná y luego a una caravana de 13 vehículos dirigirse hacia el aeropuerto de Beirut. Después de cuatro días de inspecciones sobre el terreno, el equipo concluyó ayersu investigación sobre el supuesto ataque químico del 21 de agosto contra suburbios de Bagdad controlados por los insurgentes.
Los expertos llevan consigo muestras de sangre y orina de las víctimas, así como del suelo de las zonas afectadas para examinarlas en laboratorios en Europa. La ONU ha dicho que tratará de apresurar su informe final y la jefa de desarme de la ONU, Angela Kane, le informará al secretario general Ban Ki-moon sobre la investigación hoy por la tarde.
Con la salida de los inspectores, parece más inminente una posible confrontación entre Estados Unidos y el régimen del presidente Bashar Assad. Obama ha dicho que si opta por un ataque militar, cualquier operación sería limitada en su alcance y sólo estaría dirigida a castigar Assad por el presunto uso de armas químicas.
Sin embargo, la acción estadounidense tiene el potencial de desencadenar represalias por parte del régimen sirio y sus aliados contra los aliados de Estados Unidos en la región, como Jordania, Turquía e Israel. Eso inyectaría una nueva dinámica peligrosa en una guerra civil siria que ya ha dejado más de 100 mil muertos, al menos dos millones de refugiados y ha incendiado las tensiones sectarias en todo Medio Oriente.
Aunque Obama se ha mostrado cauteloso de una participación militar estadounidense en el conflicto, el viernes el gobierno presentó sus razones de peso para una ofensiva contra Siria. Washington acusó al régimen de Assad de lo que calificó de un ataque químico el 21 de agosto, con un saldo de por lo menos 1 mil 429 muertos, cifra mucho mayor de lo que se había dicho anteriormente, entre ellos más de 400 niños.
Con Francia como su único aliado público en este momento, Obama dijo a los reporteros que se inclina con fuerza por una acción multilateral.
«Francamente, parte del reto es que hay muchos que piensan que se debe hacer algo pero nadie quiere hacerlo», dijo Obama.
El gobierno sirio ha desestimado las alegaciones de Washington, calificándolas de «mentiras flagrantes» y comparándolas con las aseveraciones equivocadas del gobierno del presidente George W. Bush antes de la invasión a Irak en el sentido de que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva.
Una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores leído ayer en la televisión estatal indicó que «bajo el pretexto de proteger al pueblo sirio, buscan justificaciones para una agresión que matará a miles de civiles inocentes».
En Damasco, la población se preparaba para los ataques. «Prevemos que comiencen hoy por la noche. Los inspectores ya se marcharon, pero no sabemos en verdad», afirmó Nour, quien vive en las afueras de la capital.
«Por si acaso, hemos almacenado algo de agua y alimentos. Nuestros edificio tiene un sótano que puede usarse como refugio. El encargado del edificio comenzó a prepararse hace dos días, limpiando el local y colocando algunas almohadas, mantas, agua y un botiquín», agregó. La mujer sólo se identificó por su nombre de pila por razones de seguridad.
Hoy por la mañana la televisión siria mostró imágenes de soldados entrenándose, jets de combate volando y tanques disparando a objetivos no identificados, con el fondo de música marcial. Los programas de entrevistas de la mañana estuvieron dominados por discusiones sobre un posible ataque militar estadounidense.