El Gobierno estadounidense eligió al jefe del brazo de inteligencia de la oficina de presupuesto de la Casa Blanca como el principal asesor del presidente Barack Obama en temas de seguridad informática.
La decisión llega mientras el Congreso y el Gobierno están enfrentados sobre la mejor forma de proteger a las industrias determinantes del país de ataques cibernéticos de criminales, gobiernos extranjeros y terroristas.
Michael Daniel, un veterano que lleva 17 años en la división de seguridad nacional de la Oficina de Administración y Presupuesto, reemplazará a Howard Schmidt como coordinador de seguridad informática, anunció el jueves la Casa Blanca.
Schmidt, que fue nombrado por Obama en diciembre de 2009, se retirará y regresará a la vida privada, de acuerdo con el anuncio. Antes de trabajar para la Casa Blanca, Schmidt laboró como jefe de seguridad informática en eBay y como responsable de seguridad en Microsoft.
Como jefe de inteligencia de la oficina de presupuesto, Daniel ha supervisado programas secretos que utilizan las oficinas de espionaje de Estados Unidos y el Departamento de Defensa. También ha coordinado los presupuestos de los programas de ciberseguridad del gobierno.
El nuevo puesto de Daniel lo coloca en medio de un polémico debate entre la Casa Blanca y los republicanos del congreso por una ley que podría permitir al gobierno y al sector privado el intercambio de información sobre amenazas en el ciberespacio.
La Casa Blanca apoya la creación de un sistema para compartir información, pero amenazó con vetar una iniciativa aprobada el mes pasado por la Cámara de Representantes, encabezada por los republicanos, por considerar que no protege los derechos de privacidad de los estadounidenses.
La Casa Blanca también está demandando que cualquier proyecto de ley que apruebe el Congreso debe incluir previsiones que requieran que las empresas que operan plantas de energía eléctrica, suministro de agua, sistemas bancarios y más, cumplan con los estándares básicos de seguridad para que sus redes informáticas estén protegidas de ataques cibernéticos.
Los republicanos se oponen a las nuevas regulaciones del Gobierno en las empresas porque consideran que el sector privado sabe mejor cómo proteger sus computadoras.