Expectativa por la reunión entre Zelaya y los golpistas


FOTO LA HORA: ORLANDO SIERRA/AFP

El rechazo al golpe de estado perpetrado en Honduras continúa en las calles, este hombre pasa frente al graffiti que es la muestra de los sectores en lucha.» title=»FOTO LA HORA: ORLANDO SIERRA/AFP

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<p>La crisis hondureña parece haber encontrado la posibilidad de una salida con la mediación en terreno neutral del presidente costarricense í“scar Arias, que logró convocar en San José, este jueves, a los golpistas y al mandatario derrocado, mientras en Tegucigalpa sigue la polarización.</p>
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El aeropuerto internacional de Toncontin sigue vigilado por las tropas del ejército hondureño para no permitir la llegada del presidente depuesto Manuel Zelaya.

Arias, quien ganó el premio Nobel de paz en 1987 por sus gestiones para pacificar Centroamérica, celebró que exista «voluntad de ambas partes en buscar una solución negociada», pocas horas de iniciar su papel de mediador entre el depuesto Manuel Zelaya y el gobernante de facto, Roberto Micheletti, avalada por Estados Unidos.

«Me parece que aquí­ hay voluntad de ambas partes de buscar una solución negociada, por medio de la diplomacia, por medio del diálogo», dijo el martes Arias a la televisora Telesur que emite desde Caracas.

La secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, quien se reunió el martes con Zelaya en Washington, dijo que espera «que las partes pongan todo sobre la mesa, de manera que alcancemos una solución pací­fica».

La intervención de Clinton parece haber sido decisiva para encaminar la crisis hacia la mediación de Arias.

Por su parte el presidente venezolano Hugo Chávez, quien asegura que no acepta otra solución que no sea la restitución de Zelaya en el poder, llamó al pueblo hondureño a seguir «resistiendo».

Arias anticipó que las conversaciones se prolongarán por lo menos dos dí­as en su casa en San José y que la agenda del encuentro, abordará «todos los temas que dividen a las dos partes en Honduras».

Sin embargo la negociación no se anticipa fácil pues tanto Zelaya como Micheletti han dicho que se mantienen firmes en sus posiciones.

Zelaya dijo desde Washington que no hay nada que negociar, salvo planificar «el restablecimiento del orden democrático y del presidente depuesto».

Por su parte Micheletti subrayó que negociar no significa que las nuevas autoridades hondureñas vayan a permitir el regreso de Zelaya al poder.

«De ninguna manera, él cometió delitos, tiene que pagar», dijo, en referencia a los 18 delitos -incluyendo traición a la patria- de los que le acusa la Justicia, que ha emitido una orden de captura por ello.

En Tegucigalpa, que vivió su novena noche bajo toque de queda, los sindicatos y organizaciones sindicales han anunciado la realización de nuevas marchas para reclamar la salida de los golpistas.

El martes las manifestaciones de partidarios y opositores de Zelaya terminaron sin incidentes.

La esposa de Zelaya, Xiomara Castro, quien por primera vez se dejó ver en público después que los militares sacaron del paí­s a su esposo el 28 de junio, encabezó una multitudinaria manifestación en Tegucigalpa que concluyó frente a la sede de la embajada de Estados Unidos.

Castro dijo a la prensa que «todo es negociable», menos el hecho de que Zelaya debe retornar a la presidencia.

En tanto los partidarios de Micheletti se congregaron en la plaza principal de la ciudad en una manifestación «por la paz de Honduras».

Las actividades del aeropuerto de Toncontí­n deben normalizarse este miércoles con la regularización de los vuelos, interrumpidos desde el domingo cuando Zelaya intentó regresar a su paí­s en un avión facilitado por Venezuela y los militares bloquearan la pista con camiones.

Miles de pasajeros realizaron largas filas el martes para obtener cupos en los primeros vuelos tras 48 horas de paralización del terminal aéreo. Algunos de ellos fueron remitidos al aeropuerto de San Pedro Sula (norte), la ciudad más poblada del paí­s.

El gobierno de Micheletti ofreció garantí­as a los maestros para que retornen a las clases en las escuelas públicas, pero este llamado fue desoí­do por los sindicatos de educadores que son unos de los principales animadores de la protesta que pide el retorno de Zelaya.

PROTESTA Declaraciones racistas


La embajada de Estados Unidos en Honduras reaccionó «indignada» este martes por declaraciones «irrespetuosas y raciales» contra el presidente Barack Obama del canciller del gobierno golpista, Enrique Ortez Colindres, que por su parte hizo una declaración pidiendo disculpas.

«Como el representante oficial y personal del presidente de los Estados Unidos de América, expreso mi profunda indignación en relación a los desafortunados comentarios irrespetuosos y racialmente insensibles del señor Enrique Ortez Colindres sobre el presidente Barack Obama», dijo una nota del embajador de Washington en Tegucigalpa, Hugo Llorens.

El canciller del gobierno de facto de Roberto Micheletti se ha referido a Obama como «ese negrito que ni sabe dónde queda Tegucigalpa».

«Dichos comentarios son profundamente indignantes para el pueblo estadounidense y para mí­ en lo personal. Estoy impactado por estos comentarios, los cuales fuertemente condeno», subraya el embajador.

El gobierno de Estados Unidos se ha puesto en favor del despuesto presidente Manuel Zelaya, lo que ha originado las crí­ticas de Ortez Colindres, designado canciller por el gobierno de Micheletti.

Ortez Colidres se disculpó durante un acto de juramentación de nuevos ministros en la Casa Presidencial.

«Reciba las más profundas disculpas y mis sinceras expresiones de amistad, al dirigirme a ese gran paí­s que son los Estados Unidos de América para permitirme contribuir de la mejor manera a un feliz entendimiento entre ese gran paí­s y la democracia de este paí­s de la República de Honduras», declaró.