El exastro de la NBA Dennis Rodman arribó a Corea del Norte hoy para reunirse con el líder Kim Jong Un y ultimar los detalles de los planes con el fin de traer a 12 exjugadores de esa liga de baloncesto a Pyongyang para un partido amistoso el 8 de enero en ocasión del cumpleaños de Kim.
Rodman dijo que continuaban los preparativos como estaba previsto a pesar de la drástica purga política que culminó con la ejecución del tío de Kim días atrás.
Hace menos de una semana, Corea del Norte anunció la ejecución de Jang Song Thaek, en una caída en desgracia sin precedentes para quien fue una de las personalidades más poderosas del país. La ejecución dio lugar a conjeturas de los analistas extranjeros acerca del futuro del régimen de Kim.
Pero funcionarios en Pyongyang dijeron que el hecho no ha provocado inestabilidad. Si la visita de Rodman se desarrolla sin incidentes, esto podría ser una señal de que Kim sujeta las riendas con firmeza.
Rodman dijo a The Associated Press en una breve entrevista que no está desanimado por los sucesos políticos recientes.
«Yo no puedo controlar lo que hacen con su gobierno, no puedo controlar lo que dicen o cómo se hacen las cosas aquí», dijo. «Yo sólo trato de venir como figura del deporte, con la esperanza de poder abrir la puerta a mucha gente en el país».
Rodman y Kim entablaron una insólita amistad desde que el astro, miembro del Salón de la Fama de la NBA, viajó a Corea del Norte con el equipo itinerante Harlem Globetrotters para filmar una serie de la cadena HBO producida por VICE Television de Nueva York.
Es el estadounidense de mayor presencia pública que se ha reunido con Kim desde que éste heredó el poder de su padre Kim Jong Il en 2011.
«He venido a ver a mi amigo, y la gente siempre se enfada conmigo porque digo eso», dijo Rodman, quien fue objeto de una recepción digna de un jefe de estado en el aeropuerto, donde lo aguardaban el viceministro de Deportes, Son Kwang Ho, y el secretario general de la Asociación Norcoreana de Baloncesto, O Hun Ryong. «Me enorgullece decir que es mi amigo porque no ha hecho nada para enfriarlo, no ha dicho cosas negativas sobre mi país».
Rodman no ha anunciado la alineación para ese partido. Durante su estadía de varios días en Pyongyang, se prevé que entrenará a los jugadores norcoreanos y tendrá un encuentro con Kim, aunque no ha revelado sus planes. Pero dijo que, si al regresar a casa los 12 ex jugadores de la NBA dicen «algo realmente bueno, cosas positivas sobre este país», él habrá cumplido su cometido.
Conocido por sus «piercings», tatuajes y mala conducta tanto como por su habilidad en el campo de juego, Rodman ha evitado tocar temas políticos en su trato con los norcoreanos. Se ha concentrado en el baloncesto como medio para mejorar la comunicación y comprensión mutua, y ha evitado cuidadosamente cualquier comentario sobre los derechos humanos en Corea del Norte y la detención del estadounidense Kenneth Bae, acusado de crímenes contra el estado.
«Corea del Norte me ha dado la oportunidad de traer a estos jugadores y sus familias, para que la gente pueda ver, para que los jugadores puedan ver que este país no es tan malo como lo proyectan en los medios de comunicación», dijo Rodman.