“Gentes van y vienen, atareadas como gotas de agua en el caudal del río, tan juntas que no saben cuándo están separadas tan apartadas que su contacto es frío…â€.
David Vela
Hace un año, los medios de comunicación, informaban sobre la creación del proyecto de Unidad de Genética Humana, en el Sanatorio Nuestra Señora del Pilar a través de La Asociación Española de Beneficencia en Guatemala, que estaría dirigido por el Dr. Eddy González Flores, quien luego de graduarse como médico en la Universidad de San Carlos, estudió una maestría en Genética Humana en Barcelona, en donde además realizó su entrenamiento en distintos hospitales. Y la doctora Débora Aldana Salguero, especialista en microbiología con una maestría y doctorado en Zaragoza.
El licenciado Ignacio Barrio, director ejecutivo del sanatorio, expuso la visión integral de salud que motiva a la institución a investigar y poner al alcance de la sociedad guatemalteca servicios médicos especializados con profesionales de alto nivel.
A la fecha el doctor González comenta que “La Unidad de Genética del Sanatorio El Pilar, la primera en la región, fue diseñada para atender pacientes de diagnóstico clínico, citogenético y molecular en cinco ejes: cáncer hereditario, diagnóstico prenatal, infertilidad, dismorfología genética humana y otras áreas de la medicina, pero que la semana recién pasada viajó a
El Salvador en donde en el Hospital de Diagnóstico inauguró una clínica de genética que dependerá de la Unidad en Guatemala, ampliando así el servicio.
Un éxito más para la profesión médica, la que esta semana también se vio envuelta en el desenlace del proceso de la vida, tocada por lo inevitable, pese a los esfuerzos y grandes logros alcanzados. Lamentando la pérdida de dos de sus grandes exponentes.
El doctor Federico Labbé Contreras fundador en 1972 del Programa de Post Grado en el Hospital Roosevelt, mismo que a la fecha continúa con éxito dando seguimiento profesional a los médicos egresados. Al doctor Labbé se le recordará siempre también por su labor como segundo jefe del Departamento de Ortopedia y Traumatología en el mismo hospital, de 1976 a 1980.
Y el doctor José David Vela Mena, quien como médico internista ejerció la especialidad de gastroenterología en la profesión médica durante muchos años, con grandes éxitos, lo que soñó desde niño, y lo logró con el apoyo incondicional de su padre, el recordado escritor y periodista David Vela, a quien admiraba como un amigo y de quien me platicó durante una tarde que compartimos un café y una amena charla.
A las familias Labbé Contreras y Vela Mena, y al gremio médico presentamos nuestras condolencias.