La crisis energética se está profundizando y todo indica que ya nos está rebasando, y porque antes no se ha hecho, hoy resulta más que apremiante convocar a todos los actores relacionados al sector energético del país para encontrar una solución al más breve plazo. Estoy convencido de la necesidad de que el gobierno convoque a los sectores especializados en el sector energético para conformar urgentemente un «think tank» (tanque de pensamiento) que se dedique las 24 horas del día a buscar soluciones viables y sobretodo que puedan ser duraderas. Dicen que a «río revuelto ganancia de pescadores», y esta frase resulta oportuna cuando un grupo del sector empresarial se ha declarado en contra de que el Estado intervenga en la generación de energía, ¡¡ qué chulada de gente !!, tal ocurrencia me hace preguntarles a estos señores ¿dónde estuvieron todos estos años oportunos para diversificar la matriz energética del país? Con este pronunciamiento, estas personas sólo han dado la impresión de dedicarse a defender los intereses de las grandes transnacionales petroleras que nos están ahorcando.
El caso es que hoy en día el desafío mundial que se presenta es la habilidad que puedan tener los países para cambiar su matriz energética, esto por supuesto implica un doloroso proceso pero inevitable de soslayar. Como lo he dicho antes, el ahorro es la primera acción que el Estado debe impulsar y el reto más importante e inmediato es reducir los precios de los combustibles.
En este sentido urge diseñar y ejecutar estrategias específicas de corto y mediano plazo.
Por ser este un problema de causa externa bastante serio y estar contrarreloj, es importante explorar de manera simultánea varias fuentes de energía. De negligentes sería continuar apostándole a una sola. Estoy de acuerdo, por ejemplo, en impulsar la generación de energía hidráulica y también ejecutar un plan de perforación del subsuelo a lo largo y ancho del país para encontrar más petróleo. Pero como la generación de energía hidráulica resulta ser de cobertura parcial y el hecho de encontrar nuevos pozos petroleros es incierto y ambas tampoco constituyen respuestas a corto plazo, mientras estos programas se desarrollan considero que también debe promoverse y ejecutarse una estrategia nacional de producción de etanol. Por constituirse la producción de etanol en una respuesta más inmediata al imparable incremento de los combustibles, resulta trascendental que el gobierno inicie desde «ayer» un mapeo del territorio nacional para regionalizar zonas específicas para cultivos apropiados. Claro, si tuviéramos el apoyo y la solidaridad del sector azucarero el tiempo se reduciría significativamente. Pero basta con enterarse que el poco etanol que este sector está produciendo lo está destinando a la exportación para concluir que ninguna política de Estado debe darse el lujo de depender de un solo sector. Por esto es que el gobierno debe promover la producción de Etanol a nivel general y nacional. Esta es una medida que si sabemos agilizarla no sería tan de mediano plazo. Considero también que de conformar una comisión adecuada para solucionar esta grave crisis, podríamos encontrarnos con agradables sorpresas, como el hecho de descubrir que somos un país con un gran potencial para desarrollar energías alternas y renovables como la geotérmica. Guatemala, por ser un territorio asentado sobre área volcánica guarda grandes similitudes con los pocos países que ya encontraron una solución a sus problemas de generación de energía sustituyendo de buena manera al petróleo. El caso más ilustrativo resulta ser el de Finlandia, esta nación ha aprovechado esta energía calorífica contenida en el interior de la tierra la cual en Guatemala es un recurso de enorme disponibilidad. Finlandia ha aprovechado estos yacimientos geotérmicos para sustituir en un 100% al petróleo en aplicaciones como la calefacción de viviendas, usos agrícolas, la producción industrial y la generación de electricidad a nivel nacional. Continuará