La Fundación Sobrevivientes señala que las autoridades del gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) «no tienen voluntad» para colaborar en el proceso de retorno de los niños que fueron adoptados de forma anómala.
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Raquel Par todavía tiene la esperanza de recuperar a su hija Heidi Saraí Batz Par, quien fue raptada el año pasado y adoptada por una familia estadounidense.
La Fundación Sobrevivientes le asesora para realizar los trámites que faciliten el regreso de la menor, quien actualmente se encuentra en Iowa, EE.UU.
Sin embargo, existen varios obstáculos para facilitar su regreso, ya que para ello es necesario que los padres adoptivos de Heidi den su consentimiento para que se practique una prueba de ADN y se compruebe que Par es la madre natural.
Norma Cruz, de la Fundación Sobrevivientes, indica que las autoridades norteamericanas habían dicho en un inicio que se comprometían a colaborar para facilitar el regreso de los menores que fueron adoptados en forma anómala.
No obstante, señala que el silencio ha prevalecido en todo momento y que no existe voluntad de parte del Gobierno de EE.UU. para contactar a los padres adoptivos, con quienes tampoco no hay comunicación.
Casos similares son los de Olga López y Loyda Rodríquez, quines también se encuentran lejos de sus hijos por la lentitud de los trámites burocráticos y la poca colaboración de las autoridades de migración estadounidenses.