Exigen proteger de las crisis a las familias y pequeñas empresas


El candidato Barack Obama esbozó al presidente de Estados Unidos su idea de incrementar el seguro federal de depósitos.

Los candidatos a la Casa Blanca Barack Obama y John McCain urgieron el martes a tomar medidas inmediatas para proteger los ahorros de las familias y las pequeñas empresas, aunque el llamado poco ocultó su angustia e impotencia tras el fracaso del plan de rescate financiero.


Tanto Obama como McCain llamaron a incrementar el seguro federal de depósitos para las familias y los pequeños negocios, en un intento por persuadir a más legisladores estadounidenses para que respalden el plan de rescate, que el lunes fue rechazado en la Cámara de Representantes.

Los candidatos a suceder a George W. Bush llamaron por teléfono al mandatario para proponer ideas que destraben la crisis, mientras hubo ataques entre los partidos que se acusaron de haber provocado el naufragio del plan.

Las conversaciones entre Bush y los dos candidatos para las elecciones del 4 de noviembre fueron «muy constructivas», afirmó el portavoz de la Casa Blanca Tony Fratto.

«Los senadores ofrecieron ideas y reafirmaron lo que han dicho públicamente: que éste es un tema crucial que necesita ser solucionado», indicó.

El director de comunicaciones de Obama, Robert Gibbs, dijo que la conversación fue «sobre la necesidad de impulsar un paquete con el que el Congreso pueda estar de acuerdo».

Obama esbozó a Bush su idea de incrementar el seguro federal de depósitos, «con la idea de que esa propuesta pueda ampliar la coalición que apoya al plan», dijo Gibbs.

El debilitado capital polí­tico de Bush y el respaldo tibio que brindaron Obama y McCain, no fue suficiente para evitar que gran parte de los legisladores republicanos y una minorí­a de demócratas votaran contra el plan de rescate de los bancos de 700.000 millones de dólares.

McCain y Obama coincidieron en sugerir que se aumente de 100.000 a 250.000 dólares el seguro de depósitos federal para las familias y las pequeñas empresas en bancos estadounidenses. El lí­mite se fijó hace 28 años.

«Aunque yo, al igual que muchos, estoy indignado por que el reino de la irresponsabilidad en Wall Street haya generado la actual crisis, también sé que si nos mantenemos inactivos frente a la creciente tormenta en nuestros mercados financieros será catastrófico para nuestra economí­a y nuestras familias», subrayó el senador por Illinois.

En Iowa, durante una mesa redonda para discutir la economí­a, McCain advirtió de «funestas consecuencias por la inacción» ante la crisis, que irán mucho más allá de Wall Street.

Al hablar con Bush, el candidato le recomendó «que usemos el fondo de estabilidad cambiaria del que dispone el Tesoro –250.000 millones de dólares– para apuntalar a esas instituciones» de Wall Street.

«El Tesoro también tiene a su disposición cerca de un billón de dólares que puede comenzar a usar sin autorización del Congreso y comprar algunas de esas terribles hipotecas y ayudar a estabilizar la situación», añadió.

«Tenemos que cambiar suficientes mentes republicanas y demócratas», dijo McCain, al reconocer que 133 miembros de su partido votaron en el Congreso en contra del plan de rescate, al igual que lo hicieron 95 demócratas.

El candidato, que aseguró que «se mantendrá comprometido» con buscar una salida, tiene más que perder si no se aprueba el plan que Obama, ya que es miembro del impopular partido de Bush y la semana pasada suspendió brevemente su campaña para dedicarse por entero a la crisis.

Mientras, el Comité Nacional Republicano divulgó una propaganda en la que se afirma que las polí­ticas promovidas por Obama de aumentar impuestos y gasto «empeorarán la situación».

Pero la campaña del senador por Illinois respondió afirmando que el ataque en la propaganda dejaba en ridí­culo el eslogan de McCain, que es «el paí­s primero».

DEBATE


La candidata republicana a la vicepresidencia de Estados Unidos, Sarah Palin, se prepara para un crucial debate televisivo el jueves, luego de entrevistas que sembraron desconcierto incluso en su propio partido, donde algunos reclaman su salida de la campaña.

La gobernadora de Alaska (noroeste) está desde el lunes en el rancho del candidato presidencial John McCain en Sedona (Arizona, suroeste), convertido en campo de entrenamiento antes del duelo del jueves frente a su rival demócrata, el veterano senador Joe Biden, el único antes de las elecciones de noviembre.

El debate genera mucha expectativa: tras un debut sensacional el mes pasado, cuando McCain, de 72 años, sorprendió al anunciar como compañera de lista a esta hermosa mujer ultraconservadora de 44 años, madre de 5 hijos, adversaria del aborto y apasionada por las armas de fuego, sus desaciertos, la falta de tino polí­tico y el miedo a la prensa la hicieron caer en las encuestas.

A pesar de que sus actos siguen convocando multitudes, Palin no logró atraer al electorado femenino demócrata decepcionado por la elección de Barack Obama como candidato a suceder a George W. Bush en la Casa Blanca contra la opción de Hillary Clinton.

Con un 58% de «impresiones favorables» a principios de setiembre en una encuesta realizada por el Washington Post, bajó a un 52% a fin de mes y perdió el interés de las mujeres indecisas, que cayó de un 65 a un 43 por ciento.

Según otra encuesta, realizada la semana pasada por CNN, un 49% de los electores estiman que Palin carece de las cualidades necesarias para convertirse en presidente, una cuestión clave dada la edad de McCain.

«No se puede poner a alguien así­ a dos pasos de la Casa Blanca», dijo el comentarista de CNN Jack Cafferty.

A pesar de que dinamizó la campaña aportando un viento des frescura, de populismo y de juventud al candidato republicano, unas pocas entrevistas fueron suficientes para hacer tambalear su candidatura