Pese al rechazo del gobierno colombiano a la participación extranjera en la liberación de seis rehenes anunciada por la guerrilla FARC, el grupo exigió la presencia de un garante internacional, en lo que según analistas sería un intento por recuperar espacio político.
«Los liberados los entregaremos a la senadora (Piedad) Córdoba, acompañada de algún otro representante del movimiento «Colombianos por la paz» (…) y a alguna personalidad democrática de un país hermano o de la comunidad internacional que también sirva de garante», precisó FARC en un comunicado hoy.
La presencia internacional en el proceso había sido planteada por la senadora opositora Córdoba, a quien la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunció, el 21 de diciembre, que le entregaría a los rehenes –dos políticos, tres policías y un soldado– en un gesto unilateral.
El presidente Alvaro Uribe señaló al día siguiente que sólo aceptaría la participación de la Cruz Roja, para evitar que la guerrilla utilice la entrega para afectar las relaciones con países vecinos.
Una mediación que en 2007 Uribe había encargado al presidente venezolano Hugo Chávez fue interrumpida en noviembre de ese año generando una crisis diplomática que se prolongó varios meses.
Algunos analistas creen que al pedir participación extranjera la guerrilla trata de recuperar espacio internacional perdido tras el rescate militar en julio de la ex candidata a la presidencia colombo-francesa Ingrid Betancourt y tres estadounidenses.
«Para ellos es fundamental tener eco mundial y que su nombre se vuelva a colocar como parte clave del proceso político colombiano», señaló Juan Carlos Eastman, politólogo e internacionalista del Instituto de Estudios Geoestratégicos y Asuntos políticos (IEGAP) de la Universidad Nueva Granada.
«Los secuestrados continúan teniendo un papel político importante», agrega Eastman, que opina que «en esta coyuntura lo único que les queda (a las FARC) para volver a catapultarse es utilizar y negociar» la suerte de los rehenes.
Carlos Lozano, director del semanario Voz del partido Comunista y miembro del grupo de personalidades que propugna por un intercambio humanitario de rehenes por rebeldes presos, cree sin embargo que la participación internacional es una garantía necesaria.
De lo contrario «las FARC pueden argumentar que no hay absoluta seguridad para la entrega», señala.
Por su parte, Alfredo Rangel, director de la Fundación Seguridad y Democracia, indicó a la AFP que una salida intermedia es que el garante sea una personalidad internacional, y no un gobierno.
«El gobierno, (colombiano) para no aparecer como un obstáculo, podría aceptar la presencia de una personalidad internacional a nombre propio», precisó.
Fuentes de organismos de seguridad colombianos, no identificados, dijeron hace una semana al telenoticiero RCN de Bogotá que el rechazo del gobierno a la propuesta obedece a que se conoció una campaña de la guerrilla en Europa para presionar por la intervención extranjera.
RCN divulgó supuestos correos electrónicos del vocero internacional de FARC, Iván Márquez, en el que éste da órdenes a sus representantes en Europa para que movilicen a ONGs y partidos políticos para presionar a Uribe.
«Si logramos la mediación internacional para la liberación de los secuestrados, habremos dado un paso gigantesco en el trabajo de aislar al gobierno Uribe en sus decisiones», anota uno de los textos interceptados a Márquez según RCN.
La exigencia de un garante internacional para liberación de los rehenes se conoció este miércoles, cuando precisamente se cumplen 10 años del inicio del frustrado proceso de paz entre el gobierno del entonces mandatario Andrés Pastrana (1998-2002) y la dirigencia de FARC.