Los restos óseos del legendario pintor italiano Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610), llamado Caravaggio, se exhibieron desde ayer por primera vez al público en el puerto toscano de Porto Ercole (centro de Italia), tras su identificación 400 años después de su muerte.
Estos restos, conservados en una urna de cristal rectangular y que fueron identificados este año gracias a análisis de ADN y carbono 14 por un equipo de científicos y universitarios italianos, llegaron la tarde del sábado en un velero al pequeño puerto de Toscana, donde murió aparentemente de paludismo.
El misterio de la vida y la muerte de uno de los artistas más estudiados del mundo ha alimentado la leyenda sobre el pintor, que tuvo que huir de Roma por haber asesinado a una persona durante una pelea y vivió inserto en la polémica por realizar pinturas religiosas que abundaban en incorrecciones y reinterpretaciones teológicas.
Una ceremonia oficial «para dar una sepultura digna» al genial pintor, cuyo realismo y crudeza revolucionaron la historia del arte, fue organizada por las autoridades locales así como por el coordinador de la investigación, Silvano Vinceti, presidente del Comité Nacional para la Valorización de los Bienes Históricos, Culturales y Ambientales, una entidad privada sin ánimo de lucro.
«Estoy feliz de su regreso aquí y poder darle la sepultura que se merecía», comentó Vinceti.
La urna con los huesos permanecerá expuesta este mes en el fuerte español de Forte Stella al lado de una muestra fotográfica que describe las varias fases de la investigación que permitió hallar los restos del pintor barroco, maestro del uso del claroscuro.
Tras más de un año de investigaciones sobre unos huesos sacados del osario de una iglesia de Porto Ercole, el equipo científico llegó a la conclusión en junio pasado de que los restos óseos hallados pertenecen a Michelangelo Merisi (verdadero nombre del pintor) con una probabilidad de 85%.
Para aclarar el misterio de la muerte del pintor, ocurrida el 18 de julio de 1610, cuatro universidades italianas se asociaron al proyecto confiado a expertos en microbiología, historiadores del arte y antropólogos.
Los científicos examinaron los restos de unas 200 personas. Al final, fueron los restos óseos registrados con el número 5 los atribuidos al pintor, puesto que pertenecen a un hombre de unos 38-40 años (Caravaggio murió con 39) fallecido en un período que engloba el año de su muerte (1610).
Otro índice a favor es que los restos óseos presentaban una cantidad anormalmente elevada de plomo, cuando se sabe que Caravaggio sufría, aparentemente, de saturnismo.
Célebre por su realismo en lienzos como «Baco», «Los discípulos de Emaús» o «El sacrificio de Isaac», Caravaggio fue descrito por el teatro, el cine y la literatura como uno de los pintores más atormentados de la historia.