En sólo 28 minutos, Ronnie Biggs y sus 14 cómplices realizaron en 1963 el asalto al tren postal Glasgow-Londres, que pasó a la historia como el «robo del siglo XX».
El 8 de agosto de 1963 a las 03H00, el tren postal que transportaba 2,6 millones de libras esterlinas, lo que hoy equivaldría a una enorme cantidad de dinero, se detuvo en medio del campo, en Cheddington, a unos 60 km al noreste de Londres.
El maquinista observó un semáforo en rojo inhabitual cerca de un puente y detuvo el convoy. Se bajó del tren para llamar a la estación vecina y pedir explicaciones.
Dos hombres encapuchados lo detuvieron entonces y lo llevaron de vuelta a la locomotora, donde yacía su colega, que había recibido un porrazo. Fue el único herido de este rocambolesco asalto, en el que no hubo ni un solo disparo. El maquinista nunca volvió al trabajo y no se recuperó totalmente del asalto. Falleció en 1970 debido a un cáncer.
Maniatados, los dos maquinistas presenciaron con impotencia el robo de los 17 sacos llenos de billetes usados, que fueron cargados en un camión estacionado al lado de la vía.
Los ladrones escaparon sin dejar rastro. Su único error fue dejar huellas dactilares en la granja donde se reunieron para repartirse el botín. El grupo estaba integrado por varios miembros, entre ellos un piloto de carreras automovilísticas, un abogado y un florista.
Casi todos fueron detenidos en menos de seis meses. Los últimos, entre 1966 y 1968. Juzgados a partir de principios de 1964, fueron condenados a penas de entre tres y 30 años de cárcel.
Ronald «Ronnie» Bigs, que este viernes recupera la libertad, logró escapar el 8 de julio de 1965 y radicarse en Río de Janeiro, donde vivió durante más de 30 años, antes de entregarse voluntariamente a las autoridades de su país en 2001.
Otro miembro de la banda, Charles Wilson, se escapó en agosto de 1965, pero fue detenido tras años más tarde en Canadá.
Del botín, la policía sólo recuperó 350.000 libras.