Ex zar antiterrorista declara en indagatoria sobre De Menezes


La investigación judicial sobre la muerte de Jean Charles Menezes, abatido en julio del 2005 por la policí­a de Londres, entró hoy en su segunda semana con el testimonio del entonces jefe de todas las operaciones antiterroristas en Gran Bretaña, Peter Clarke.


Mientras el abogado de los familiares de De Menezes, Michael Mansfield, siguió adelante con su estrategia de demostrar los múltiples fallos cometidos por la policí­a británica en el operativo en el que murió el brasileño, Clarke evocó la «intensa presión» que habí­a en esos dí­as sobre la policí­a.

«Era un periodo de intensidad sin precedentes, en términos de actividad policial», afirmó Clarke, que destacó en la corte el ambiente de nerviosismo que existí­a en el seno de la policí­a, que temí­a otros atentados contra Londres.

Dos semanas antes de que el electricista brasileño de 27 años fuera abatido por agentes de Scotland Yard en la estación de metro de Stockwell, en el sur de Londres, cuatro terroristas suicidas atacaron el sistema de transporte londinense, dejando 52 muertos y cientos de heridos en Londres, recordó Clarke.

Y un dí­a antes, el 21 de julio de 2005, cuatro terroristas intentaron repetir esos ataques, pero fallaron, señaló el coordinador nacional de todas las unidades antiterroristas en Gran Bretaña, que se retiró de su cargo este año.

Las autoridades habí­an recibido informes de inteligencia que señalaban que otros ataques contra Londres «eran inminentes», afirmó Clarke, indicando que el temor de otros atentados llevó incluso a cerrar el palacio de Buckingham, el Parlamento y las oficinas de Scotland Yard, durante más de una hora.

«Nadie pudo salir ni entrar a esos edificios durante una hora y media, el 12 de julio» del 2005, después de que se hubiera hallado una fábrica de bombas en Leeds (norte de Inglaterra) y el vehí­culo de los terroristas suicidas en el aeropuerto londinense de Luton, dijo.

El hombre al mando de las operaciones antiterroristas en Gran Bretaña contó a la corte la razón por la cual no se hallaba en Londres el dí­a en que De Menezes recibió siete tiros a la cabeza en un vagón de metro, al ser confundido con un terrorista.

Dijo que uno de sus hijos estaba el 7 de julio del 2005 en la estación de King Cross, que fue blanco esa mañana de un atentado. Aunque el joven no fue una de las ví­ctimas, su madre estaba muy nerviosa y la familia se tomó unos dí­as para estar juntos, partiendo de Londres precisamente el 21 de julio.

«Desgraciadamente, no estaba aquí­ el 22 de julio», dijo, indicando que regresó precipitadamente a Londres la noche del dí­a en que un inocente murió de siete tiros disparados a quemarropa por policí­as cuya misión es velar por la seguridad de la población.

El jurado escuchó también el testimonio de un miembro del equipo de policí­as antiterroristas que participó en esa operación, que ha sido ya objeto de un proceso criminal y de una detallada investigación por la Comisión de Quejas contra la Policí­a.

Sesenta y cinco policí­as prestarán declaración en esta indagación sobre la muerte de De Menezes, de los cuales 49 lo harán bajo el anonimato, separados de la prensa y del público por una gran pantalla que divide la sala de la corte.

Uno de los testigos más esperados es Cressida Dick, que fue la responsable directa de la operación en que murió el inmigrante brasileño y que ha sido promovida a subcomisaria adjunta de Scotland Yard.

Dick, que fue absuelta en el juicio contra Scotland Yard en el tribunal criminal de Old Bailey, deberá explicar ante la corte por qué dio la orden de tirar a matar contra De Menezes.

La corte escuchó la pasada semana que la policí­a confundió al brasileño con uno de los cuatro terroristas fallidos del dí­a anterior, Hussein Osman, pese a que algunos policí­as que siguieron a De Menezes ni siquiera habí­an visto las fotos, que además eran muy burrosas.