Un grupo de ex prisioneros políticos cubanos se reunió este lunes en Madrid con el cardenal cubano Jaime Ortega, a quien transmitieron su preocupación por la tardanza en la recepción del estatus de asilo político, dijo a la AFP uno de los participantes.
En el encuentro, que duró casi dos horas y tuvo lugar en el domicilio de una exiliada cubana en Madrid, participaron 16 ex presos de los 50 que han sido liberados y tuvieron que viajar a España desde julio, dijo a la AFP Víctor Arroyo, uno de los liberados, quien se encuentra en España desde septiembre.
La reunión versó sobre la demanda de asilo político y las condiciones de los llegados a España, la liberación de los 11 aún detenidos y el pedido de amnistía general en Cuba, enumeró.
«Se ha hecho llegar al Cardenal nuestras inquietudes» en relación a la demanda de asilo político, que pidieron todos los llegados a España: «Todavía no se ha confirmado ni siquiera un caso», según Arroyo, que lamentó la «tardanza» en el proceso, que debería durar unos tres meses mientras los primeros en llegar ya llevan cinco meses en el país.
«Mientras no se solucione nuestra condición como asilados políticos no podemos estabilizar nuestra situación en España», recordó.
Ninguno tiene permiso de trabajo ni sus títulos homologados, por lo que transmitieron a Ortega que las condiciones de ayuda del gobierno español «no se han cumplido como se habían fijado».
El gobierno español propuso otorgarles el estatus de protección internacional asistida, que según fuentes diplomáticas es similar al de refugiado, es decir, les permitiría residir y trabajar en España, pero además podrían regresar a Cuba y ejercer actividad política, mientras que siendo refugiado político no podrían.
Los ex presos políticos también expresaron su preocupación por la suerte de los 11 detenidos del grupo de los 75 que quedan por liberar y rechazan el exilio.
Ortega «nos manifestó que había recibido del gobierno cubano la garantía de que van a ser puestos en libertad todos», aunque «no especificó fechas», según Arroyo.
Por último pidieron «una amnistía general en Cuba» que incluya la liberación de presos comunes y enfermos.