Ex presidente comparece por genocidio


El ex presidente camboyano Khieu Sampan, juzgado por las atrocidades cometidas por el régimen de los Jemeres Rojos (1975-79), compareció por primera vez ante un tribunal especial patrocinado por la ONU, el miércoles en Phnom Penh.


Khieu Sampan, de 76 años, acusado de crí­menes de guerra y crí­menes contra la humanidad, oyó impasible la lectura de su expediente por el juez Prak Kimsab.

Vestido con traje gris oscuro, el inculpado se puso de pie cuando le pidieron confirmar su identidad y habló en voz baja y ronca, ante la corte formada por tres magistrados camboyanos y dos extranjeros.

«No tengo horarios fijos desde que salí­ de la selva», dijo al referirse al momento en que desertó en 1998 del movimiento ultracomunista de los Jemeres Rojos, que desencadenó una rebelión en el noroeste de Camboya tras haber sido derrocado en 1979 por una invasión vietnamita.

«Lo único que tengo es a mi esposa, que lucha para alimentar a mi familia», agregó el dirigente, detenido en noviembre pasado.

La audiencia prosiguió luego a puertas cerradas.

Khieu Sampan es defendido por el abogado camboyano Say Bory y por el francés Jacques Vergés; este último tuvo entre sus clientes al terrorista venezolano Carlos y al criminal de guerra nazi Klaus Barbie.

Vergés y Khieu Sampan, que de joven cursó estudios en Francia, se conocieron en los años 50 en Parí­s, en ámbitos de simpatizantes marxistas del movimiento anticolonialista.

Al ser detenido, Khieu Sampan negó su culpabilidad en los hechos que se le imputan, alegando que sus funciones al frente del Estado no constituí­an pruebas.

Vergés calificó de «ilegal» la detención de su cliente, y dijo que toda la instrucción debí­a ser declarada «nula» pues «ni una sola página fue traducida al francés», que es una «lengua oficial del tribunal».

Fuentes judiciales refirieron que el letrado francés recibió una «advertencia» durante la audiencia, a causa de su «actitud».

La fiscalí­a alertó, cuando Khieu Sampan fue detenido, sobre el riesgo de dejarlo en libertad provisional, pues quedarí­a expuesto a actos de venganza de sus ví­ctimas.

Unos dos millones de camboyanos murieron bajo el régimen de los Jemeres Rojos que, en nombre de una ideologí­a que mezclaba maoí­smo y nacionalismo, sembró el terror hace 30 años en Camboya, imponiendo trabajos forzados y eliminando sistemáticamente cualquier tipo de oposición.

El ex presidente camboyano forma parte de un grupo de cinco acusados cuyos juicios deben llevarse a cabo este año, la mayorí­a de ellos de avanzada edad. El número uno del régimen jemer rojo, Pol Pot, falleció en 1998.

El tribunal denegó el mes pasado la libertad provisional a Nuon Chea, de 81 años, número dos del antiguo régimen, considerado como el ideólogo de los jemeres rojos y artí­fice de las sangrientas purgas efectuadas entre 1975 y 1979.

También espera juicio Kaing Guek Eav, alias «Duch», que dirigió la cárcel de Tluol Sleng (en la capital camboyana) y el principal centro de tortura de los jemeres rojos.

El tribunal que trata sus casos se formó en 2006, tras casi una década de negociaciones entre el gobierno camboyano y las Naciones Unidas.