Ex paramilitares condenados a 780 años


Cinco ex paramilitares guatemaltecos fueron condenados a 780 años de prisión por la masacre de 177 indí­genas en la comunidad de Rí­o Negro, al norte del paí­s, perpetrada en 1982 durante una sangrienta guerra civil (1960-1996).


El Tribunal de Sentencia de Salamá, unos 180 km al norte de la capital guatemalteca, emitió el fallo el miércoles al encontrar culpables a los ex miembros de las paramilitares Patrullas de Autodefensa Civil (PAC), mientras que absolvió a otro de los acusados.

Los ex aliados del ejército fueron condenados a 780 años de prisión por la muerte de 26 personas, aunque fueron asesinados en total 177 mujeres y niños.

Sin embargo, los condenados pasarán en prisión solo 30 años, pues el tribunal aplicó la ley vigente en 1969, que establecí­a que esa era la pena máxima por el delito de asesinato.

Los condenados son Macario Alvarado Toj, Francisco Alvarado Lajú, Tomás Alvarado, Pablo Ruiz Alvarado, Lucas Lajú Alvarado, todos de la misma aldea, mientras que Bonifacio Cuxum Lajú fue absuelto al no ser señalado por ninguno de los testigos.

El tribunal también ordenó la inmediata captura del capitán del ejército José Antonio Solares González, quien está prófugo de la justicia, y de los ex paramilitares Ambrosio Pérez Lajú y Domingo Chen.

«Este es un resultado satisfactorio, después de que nos encontramos en tantas batallas legales. Este es un buen resultado, debido a que las personas colaboraron y señalaron a los acusados», comentó a la prensa la fiscal del caso, Rosa Salazar.

«Se hizo justicia; sabemos que esto no nos va a devolver a nuestros seres queridos, pero, al final, después de tanto tiempo, vemos que se resolvió y se escucharon nuestras peticiones», comentó uno de los querellantes, Juan de Dios Garcí­a.

El proceso por la masacre de Rí­o Negro, perpetrada el 13 de marzo de 1982, en pleno golpe de Estado el ex dictador Efraí­n Rí­os Montt, se inició hace 15 años.

Se espera que el jueves la primera dama Sandra Torres pida perdón en nombre del Estado por la masacre hace 30 años de 100 indí­genas por parte del ejército, en la región de las Verapaces.