El ex ministro francés del Interior, Charles Pasqua, condenado a un año de cárcel firme por la venta ilegal de armas a Angola en plena guerra civil, acusó hoy al ex presidente Jacques Chirac y al ex primer ministro Dominique de Villepin de estar al corriente desde 1995.
«En 1995, Jacques Chirac, Dominique de Villepin, Charles Millon (…) estaban informados de la venta de armas a Angola», sostuvo Pasqua, ministro del Interior de 1988 a 1995 y actual senador por la gobernante Unión para un Movimiento Popular (UMP, derecha) de Nicolas Sarkozy.
En 1995 Millon era ministro de Defensa y Villepin secretario general de la Presidencia.
Pasqua reafirmó acusaciones que había hecho con anterioridad en el marco del «Angolagate», pero esta vez dio una fecha y mostró ante las cámaras un documento de la DGSE, servicio de inteligencia exterior francés, sobre esa venta de armas a Angola, destinado a responsables gubernamentales.
«Â¿Cómo fue que la justicia estimó que esa venta de armas fue ilegal y las autoridades no hicieron nada para frenar esas operaciones y no fueron demandadas por complicidad», se preguntó Pasqua en una rueda de prensa con aires de espectáculo mientras blandía una nota de la DGSE desclasificada durante su juicio al grito de ¡Documento confidencial! ¿Ya lo vieron todos?
Esa nota estaba dirigida a «13 destinatarios» de altas instancias del Estado en la presidencia y en los ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa.
Pasqua llegó a la cartera del Interior cuando Chirac se convirtió en primer ministro en 1988.
«Ninguna de esas personalidades fue escuchada por el juez instructor (…) y ninguna se opuso a esas operaciones aún cuando habían sido informadas», insistió Pasqua que calificó de «inaceptable» el comportamiento de Villepin y de Chirac, blanco principal de sus ataques.
«A partir de diciembre de 1995 el gobierno estaba perfectamente al tanto de esta venta de armas y no se opuso. El presidente de la República no hizo nada», insistió Pasqua, a quien Chirac dejó en 2002 fuera de la carrera por la presidencia que logró conservar tras una inesperada segunda vuelta en la que se midió con el ultraderechista Jean Marie Le Pen.
El jueves Pasqua volvió a reclamar a Sarkozy que levante el «secreto de defensa» de los documentos referidos a la venta de armas a Angola.
«Cada uno tiene que asumir sus responsabilidades. Yo asumí las mías (…) Chirac nunca asumió sus responsabilidades», sostuvo Pasqua, condenado a fines de octubre por el Tribunal Correccional de París, que trata delitos penales, a tres años de cárcel, uno de ellos firme por «tráfico de influencias» en la venta ilegal de armas a Angola entre 1993 y 1998.
El arsenal procedente del ex bloque soviético vendido a Angola sin autorización del Estado francés por casi 800 millones de dólares, estaba destinado al régimen del presidente José Eduardo dos Santos para su guerra contra los rebeldes de la Unión Nacional por la Independencia Total de Angola (UNITA).
En ese caso también fue condenado uno de los hijos del difunto presidente socialista Francois Mitterrand, Jean Christophe Mitterrand.
Chirac, que al ser interrogado la semana pasada sobre el «Angolagate» dijo que «no tiene un recuerdo muy preciso» al respecto, tendrá que rendir cuentas ante la justicia, como lo hizo Villepin semanas atrás, por otros asuntos.
Chirac será el primer ex jefe de Estado francés que deberá comparecer ante el Tribunal Correccional por 21 supuestos empleos ficticios cuando fue alcalde de París entre 1977 y 1995.
Villepin conocerá en enero el fallo de ese Tribunal en el caso Clearstream, una maquinación política para frenar la carrera de Sarkozy.