Ex ministra de izquierda buscará presidencia


La ex ministra de izquierda Balbina Herrera será la candidata del Partido Revolucionario Democrático (PRD), que fundó el general Omar Torrijos, para aspirar a la presidencia de Panamá en las elecciones de mayo de 2009 en sustitución de su colega de formación Martí­n Torrijos.


Balbina del Carmen Herrera Araúz, una ingeniera agrónoma de 53 años, ha tenido una larga y controversial vida polí­tica. Empezó muy joven cuando durante su etapa estudiantil militó en diversos colectivos polí­ticos que por aquel entonces reivindicaban la soberaní­a del Canal de Panamá.

Pero no fue hasta 1979 cuando esta seguidora confesa del general Torrijos, fundador del Partido Revolucionario Democrático (PRD) y padre del actual presidente Martí­n Torrijos, se inscribió en este colectivo polí­tico.

«Quiero que hoy, luego de 31 años de la firma de los tratados Torrijos-Carter, le demos un fuerte aplauso al general Omar Torrijos. Porque hoy, una hija de este proceso, en una fecha tan importante, sale electa como la candidata oficial por este partido que él fundó», fueron las primeras palabras de Herrera ante centenares de seguidores, el domingo cuando extraoficialmente se vislumbraba como la ganadora de las primarias del PRD para aspirar a la presidencia de la República.

Herrera obtuvo 204.441 votos frente a los 182.961 de su inmediato seguidor, el alcalde capitalino Juan Carlos Navarro, según datos de Carlos González, presidente de la Junta Nacional de Escrutinio del PRD.

Sus seguidores se identifican con los orí­genes humildes de «la chola», como la llaman por sus antecedentes indí­genas, en el barrio capitalino de Curundú.

«Yo no vengo de otro planeta. Mi mezcla es fruto de este paí­s. Tengo sangre negra, india, campesina, migrante», dijo Herrera.

Su primer puesto polí­tico de relevancia llegó en 1984 cuando fue elegida, en pleno perí­odo convulso protagonizado por el ex hombre fuerte de Panamá Manuel Antonio Noriega, alcaldesa del distrito populoso de San Miguelito, colindante con la capital.

Esa relación con Noriega es la que más le critican sus opositores, quienes ven en Herrera a una continuista del régimen militar de 1968 y, en cierta forma, le acusan de complicidad con las violaciones de los derechos humanos que se produjeron en ese perí­odo.

Si hay una imagen que dio la vuelta al mundo de Balbina Herrera, ésa fue durante la visita que George Bush, padre del actual mandatario estadounidense y presidente durante la invasión norteamericana de Panamá, hizo al paí­s en junio de 1992.

Durante la visita se produjeron manifestaciones para protestar por su presencia y en una de ellas la Policí­a detuvo a una persona. Herrera, que en aquel entonces era legisladora, se abalanzó sobre el arrestado gritando «Â¡Mi hermano, mi hermano!», para que no se lo llevaran.

La ahora candidata presidencial terminó por los suelos, el arrestado pudo escapar y las bombas lacrimógenas lanzadas por la Policí­a hicieron llorar hasta a la mismí­sima Barbara Bush.

«Más de lo que me han tirado no me van a poder tirar. Por eso te digo que soy una mujer sin máscara. Ahora, Panamá sabe quién es Balbina Herrera», sostuvo Herrera en referencia a la posibilidad de que los otros candidatos saquen su pasado durante la campaña electoral.

La ahora candidata por el PRD, quien confiesa que su mayor pasión son sus tres hijos y cinco nietos, también ha sido diputada en tres legislaturas, llegando a ser la primera mujer en presidir el Parlamento panameño. También fue vicepresidenta del Parlamento Latinoamericano (Parlatino).

Su último puesto público se lo ofreció el presidente Martí­n Torrijos en 2004, cuando la llamó para hacerse cargo del Ministerio de Vivienda. Desde entonces, Herrera ha sido la ministra con mayor valoración en casi todas las encuestas.