Evitar el conflicto



El problema del transporte pesado en la ciudad de Guatemala está por generar un serio conflicto entre el Gobierno central y la Municipalidad por el tema de la autonomí­a, tomando en consideración que el Ministerio de Gobernación dispuso restringir los términos del acuerdo que daba vigencia a la potestad municipal para regular el tránsito en su jurisdicción y ahora tendrá que someter ciertas decisiones a la consulta previa con el Ministerio.

La Municipalidad considera que ello es un atentado contra la autonomí­a municipal, sobre todo considerando que el Gobierno ha intervenido en un paro que el Alcalde ha calificado como absolutamente polí­tico porque se percibe que tení­a la finalidad de afectar a la autoridad municipal toda vez que se produce seis meses después de su vigencia y cuando resulta que ya estamos a las puertas de la elección.

De suerte que estamos en presencia de una controversia como la que hubo cuando iniciaron la construcción del aeropuerto y ojalá que el conflicto no termine haciendo daño a la población, porque lo que menos necesitamos es un nuevo punto de confrontación. Ya vimos lo que significó la actitud prepotente de los pilotos que impidieron el ingreso de los cargamentos de combustible y cómo el Gobierno se vio obligado a ceder, en lo que se supone que será una decisión para revisar al menos en alguna medida el tema del horario para el ingreso del transporte pesado.

Entendemos el celo municipal por su autonomí­a y siempre hemos creí­do que la misma tiene que ser fortalecida. Pero también hay que ver cómo se enmarca en la legislación municipalista el control del tránsito, puesto que si esa facultad es derivada de un acuerdo gubernativo, como parece insistir el Gobierno central, obviamente lo que fue otorgado puede ser limitado. Y hay que recordar que el interés general siempre prevalece sobre el particular y que esa mentalidad es la que tiene que privar ahora.

La Hora sostiene que el poder municipal hay que fortalecerlo, pero insistimos en nuestro punto de vista de que el poder y la autoridad se consolidan con las medidas de buen gobierno y, sobre todo, mediante una comunicación fluida con los sectores que puedan verse afectados por alguna de las disposiciones del Gobierno, sea éste local o nacional.

En resumidas cuentas, protegiendo el poder municipal y sobre todo la autonomí­a del Municipio, es importante que se establezca un diálogo respetuoso entre los dos niveles de autoridad, pensando que un conflicto de jurisdicción al final de cuentas al que afectará será al vecino del municipio y, posiblemente a todo el paí­s. Ojalá que sepan actuar con tino, prudencia y madurez para que el paí­s salga ganando de esta crisis provocada por los pilotos del transporte pesado en el marco de una situación de alta influencia polí­tica.