Evalúan nuevo tratado


Reunión. Luis Amado, canciller portugués, llega a Viana do Castelo, ciudad portuguesa donde se reúnen los ministros del Exterior de la Unión Europea.

Los ministros europeos de Relaciones Exteriores discuten este viernes en una reunión informal en Viana do Castelo (norte de Portugal) los avances en la redacción del nuevo tratado de la Unión Europea, que el bloque quiere tener concluido para mediados de octubre.


Durante este primer encuentro ministerial de la UE tras el receso de verano, los cancilleres de los 27 tienen previsto analizar además las relaciones del bloque con Rusia, la cuestión del futuro estatuto de Kosovo y la situación en Medio Oriente.

Para la presidencia portuguesa de la UE, el encuentro es ante todo «un punto de información» sobre las dificultades halladas por los expertos en la primera lectura profunda del proyecto del nuevo tratado europeo acordado en la última cumbre del bloque de junio en Bruselas.

Si la presidencia portuguesa de la UE espera tener concluido el texto para mediados de octubre, las miradas siguen centradas en la actitud de Polonia, a la espera de que se muestre cooperativa pese al anuncio de elecciones anticipadas para esa fecha.

Entre los problemas a resolver figuran en primer lugar el valor jurí­dico y el lugar en el texto de la Carta de Derechos Fundamentales (54 artí­culos sobre los derechos polí­ticos y sociales de los europeos), para la cual los británicos ya pidieron una derogación, a la que podrí­a sumarse Polonia.

Según fuentes diplomáticas, las reuniones de expertos llevadas a cabo hasta el momento no han dado lugar a grandes controversias.

«Las noticias que tenemos de las reuniones de expertos son positivas. Estamos caminando en la buena dirección. Estoy seguro que lo firmaremos y que todos haremos el proceso de ratificación para concluirlo cuanto antes», dijo en ese sentido el lunes el canciller español, Miguel Angel Moratinos.

Un optimismo similar emana del lado de la presidencia portuguesa, que por el momento «mantiene el calendario» que prevé un acuerdo definitivo en la cumbre de Lisboa de los dí­as 18 y 19 de octubre, aunque evita mencionar una fecha para la firma del texto que debe reemplazar a la fallida Constitución.

La principal preocupación pasa por el anuncio del gobierno polaco de elecciones anticipadas en una fecha cercana a la cumbre de Lisboa. Polonia ya estuvo a punto de arruinar un acuerdo en la cumbre de junio con un veto que sólo fue levantado tras interminables negociaciones.

Además del nuevo tratado, los cancilleres debaten este viernes el modo de mejorar las relaciones con Rusia, que no dejan de deteriorarse desde hace un año y medio por diversas razones.

Entre estas últimas destacan el escudo antimisiles que Estados Unidos quiere instalar en Polonia y República Checa, y que los rusos consideran como una amenaza directa, o el futuro de Kosovo, la provincia serbia de mayorí­a albanesa a la que Moscú se opone a otorgar la independencia.

A estas grandes cuestiones geoestratégicas se suman otros incidentes que no ayudan a acercar posiciones, como el embargo de Moscú sobre la carne polaca y el caso del envenenamiento en Gran Bretaña del ex espí­a ruso convertido en opositor del Kremlin, Alexandre Litvinenko.