Eva Vale y las redes sociales


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Ante la angustia de vivir ensimismada, la artista plástica mexicana Eva Vale creó Bitácora por correo, en la que a lo largo de un año plasmó 365 obras surgidas al pensar en otro que no fuera sí­ misma.

El proyecto era una respuesta a la depresión que le causó el libro La era del vací­o, del francés Gilles Lipovetsky, aseguró.

«Es una preocupación pensar que puedo vivir ensimismada, pensar que de verdad sí­ hay dí­as en los que no pienso en alguien más», dijo Vale en una entrevista reciente. «Me generaba angustia pensar que de verdad sí­ puedes vivir en este ensimismamiento, y darle la razón a Lipovetsky me costaba mucho trabajo».

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Por ISAAC GARRIDO
MEXICO / Agencia AP

La joven artista, formada en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado del Insituto Nacional de Bellas Artes de México, señaló que el objetivo era poner en práctica el discurso de la universalidad.

Por ello, se enfrascó en la tarea de dar vida vida a una obra cada dí­a, difundirla por sus cuentas de Twitter y Facebook y además autoenviársela por correo tradicional.

La dinámica, iniciada en febrero de 2010, le generó una adicción.

«Me empecé a volver adicta a esta comunicación con el otro», señaló en su estudio en la capital mexicana.

La adicción fue tal que, a partir de ella, replanteó su obra.

«Los ‘comments’, los ‘retuits’ y un chorro de cosas me enriquecieron mucho más y de alguna manera el speech (diálogo) se me cuarteaba», confesó. «Las redes mediáticas me rebotaron mi propia personalidad… las conclusiones, todo lo que sucedió, no era cercano a lo que yo tení­a planeado».

Así­ surgió un libro homónimo que reúne las 365 imágenes, que trazó lo mismo con plumas de gel que con maquillaje y que cobraron vida sobre recibos, billetes y servilletas. Incluso usó etiquetas y bolsas de firmas de ropa como Marc Jacobs, Carolina Herrera y Dior.

«Parecí­a prácticamente pepenadora (recolectora de basura), salí­a recogiendo servilletas, tickets y la verdad terminaba con mi bolsa con millones de cositas y en la noche básicamente era generar una suerte de edición, de qué es lo que quieres decir», relató. «Lo mas impactante es que hay dí­as que no tení­as qué decir».

La artista de 27 años, que ha presentado su obra en la feria de arte latinoamericano Pinta, en Nueva York, y en la Zona Maco, en México, se mantuvo honesta frente a los sentimientos negativos que surgieron.

«Están todos en el libro. En su mayorí­a me di cuenta que soy más cursi de lo que creí­a, y por otro lado también hay una parte de sí­ hablar de las cosas de las cuales no me siento orgullosa», refirió sobre las ocasiones en que enfrentó «el temor a no ser suficiente» y «la necesidad de generarnos dolor».

Vale, que ha presentado exhibiciones individuales desde el 2004, como «Punch Girls» (2008) y «I Believe in hot fairly tales» (2010), decidió poner a la venta la mayorí­a de sus obras con la finalidad de recaudar fondos que destinará a una fundación que apoya la lucha contra el sida.

Desprenderse de las obras que integran «Bitácora por correo», señaló, «es muy fuerte porque se trataba de un bebé».

«Al dí­a siguiente de ya no hacer Bitácora fue de las sensaciones más raras que he tenido», dijo la mujer, que aseguró ser otra tras el proyecto.

«Cuando empecé Bitácora estaba muy pérdida en quién querí­a ser. De alguna manera Eva Vale tení­a que estar perfectamente estructurada. Después de Bitácora, está en la libertad», afirmó.