Europeos no comerán carne brasileña


La Unión Europea (UE) descartó hoy que vaya a sufrir problemas de abastecimiento de carne bovina, al entrar en vigencia la suspensión de sus importaciones procedentes de Brasil por la ausencia de establecimientos habilitados para exportar bajo un nuevo régimen de controles sanitarios reforzados.


«Hay otros proveedores de carne bovina. Tenemos los nuestros y hay otros paí­ses con carne bovina», dijo el vocero europeo en cuestiones de Agricultura, Michael Mann, interrogado sobre la posibilidad de que la UE sufra escasez de ese producto en los próximos dí­as.

«No creo que haya una gran diferencia», agregó Mann, en referencia a la situación del mercado europeo tras la interrupción del ingreso de carne de Brasil, el mayor exportador mundial de carne bovina.

La UE suspendió «de facto» hoy las importaciones de carne bovina brasileña tras no haber llegado a un acuerdo sobre los establecimientos autorizados a exportar bajo un nuevo control sanitario reforzado instaurado a partir del 31 de enero.

La UE aplicaba hasta ahora un embargo de carne vacuna a tres estados brasileños (Sao Paulo, Paraná y Mato Grosso del Sur) debido a un brote de fiebre aftosa.

Pero tras comprobar el incumplimiento de exigencias sanitarias más amplias luego de presiones de irlandeses y británicos, la UE decidió que a partir de ahora sólo permitirá el ingreso de carne brasileña procedente de una lista de establecimientos que cumplen con sus requerimientos y que aún está en blanco.

De todos modos, al menos hasta mediados de marzo seguirá entrando al mercado europeo la carne brasileña que obtuvo una certificación antes del 31 de enero, explicó una fuente europea.

Los problemas, denunciados por eurodiputados irlandeses y británicos y verificados por la Comisión en inspecciones efectuadas en noviembre pasado, abarcan el «registro del establecimiento, identificación animal y control del movimiento de animales bovinos».

Según el nuevo sistema de control reforzado, los animales de los establecimientos aprobados «deben haber estado en uno de esos territorios admitidos por la UE por al menos 90 dí­as y deben permanecer en el mismo por lo menos 40 dí­as antes de ser llevados al matadero».

Si animales de establecimientos no autorizados son introducidos en uno de la lista de la UE, se requerirán otros 90 dí­as para todos los animales de esa granja.

Para Brasil, la decisión de la UE es «innecesaria, desproporcionada e injustificada», ya que Europa no ha detectado ningún fallo «en el sistema brasileño de control sanitario».

Más dura, la Asociación Brasileña de las Industrias Exportadoras de Carne (ABIEC) acusó a la UE de adoptar una medida «estrictamente comercial para atender las presiones de los productores de Irlanda y de Escocia».

En cambio, responsables irlandeses y británicos celebraron la decisión, afirmando incluso que debió haberse adoptado antes, ya que «Brasil ha fallado en las cuestiones de controles de fiebre aftosa, movimientos y trazabilidad, controles fronterizos y sanidad animal y seguridad alimenticia».

Según datos del gobierno brasileño, la UE constituyó en 2007 el mercado más importante para las ventas de Brasil de carne bovina, con 31,6% del valor total.

En 2007, Brasil exportó a la UE 543.558 mil toneladas de carne bovina, que representaron un valor de poco más de 1.400 millones de dólares.

En total, las exportaciones brasileñas de carne bovina en 2007 sumaron 2,53 millones de toneladas (con crecimiento de 5,4% sobre 2006) a 180 paí­ses, transacciones que representaron un valor acumulado de 4.425 millones de dólares (12,7% más que en el año anterior).