La ola de frío siberiano que azota Europa provocó hoy nuevas complicaciones en los transportes y cortes del suministro energético en varios países, como el Reino Unido y Francia, cuya conexión en tren por debajo del túnel de la Mancha fue limitada.
El Reino Unido, que sufre el más intenso y prolongado periodo de nieve y heladas en 30 años, vivió hoy la noche más fría del invierno, aumentando los temores de escasez del gas que alimenta la calefacción de numerosas viviendas.
El termómetro bajó hasta los 22,3 grados bajo cero en la pequeña localidad de Altnaharra (norte de Escocia), todavía lejos sin embargo de los 42 bajo cero que se registraron en Noruega, concretamente en Folldall (centro).
«A las temperaturas les costará subir por encima de cero en la mayoría del país durante el día, con heladas severas durante la noche», declaró Richard Young, de la Oficina Meteorológica británica, precisando que los fuertes vientos aumentarán todavía más en las próximas horas la sensación de frío.
Numerosas escuelas permanecían cerradas, algunas por quinto día consecutivo, cuando aumentaban las críticas de padres afectados en todo el país.
Aunque los aeropuertos estaban abiertos, las compañías British Airways e easyJet volvieron a anular decenas de vuelos en los dos más importantes de Londres, Heathrow y Gatwick.
En la red ferroviaria, se registraban importantes retrasos debido a un servicio limitado y a averías en los trenes.
Eurostar anuló el 50% del servicio de trenes que unen París y Londres en ambas direcciones a causa del frío, según una portavoz de la compañía que precisó que la «circulación será limitada hasta el domingo».
Y en las carreteras se multiplicaron los accidentes, mientras en algunas regiones escasea la sal para derretir el hielo o la nieve, lo que según el ministro británico de Medio Ambiente, Hilary Benn, podría obligar a tomar «decisiones difíciles» sobre qué vías tratar en prioridad.
Para evitar una crisis, el operador de la red energética británica, National Grid, pidió a un centenar de grandes empresas que prescindieran del gas y buscaran energías alternativas, en momentos en que la demanda bate récords.
Benn precisó sin embargo que los consumidores privados no tenían que preocuparse porque «las reservas de gas estaban llenas en un 70%».
En Francia, donde la nieve alcanzó en las últimas horas las regiones del sudeste, casi un tercio de los 96 departamentos metropolitanos se hallaban en alerta naranja por nieve o hielo, que provocaron atrasos en el servicio ferroviario e importantes atascos en el viario.
Como en el Reino Unido, miles de hogares se quedaron sin luz por los efectos de la nieve en las líneas de alta tensión.
Prácticamente toda la España peninsular estaba igualmente en alerta debido al severo temporal, que provocó problemas en las carreteras, especialmente en la frontera franco-española, donde la autopista tuvo que ser cortada el jueves varias horas en La Jonquera (Cataluña, noreste).
En Polonia, donde las temperaturas pese a ser todavía negativas subieron en las últimas horas, el frío mató a nueve personas en los últimos días, lo que eleva el balance desde principios de noviembre a 139 muertos, esencialmente gente que vive en la calle y en muchos casos en estado de ebriedad.
En Alemania, donde también han fallecido 10 «sin techo», las autoridades esperaban un nuevo embate del frío este viernes, con hasta 40 cm de nieve previstos en algunos puntos del país.
«Lo que se prevé para el fin de semana puede conducir a condiciones de tráfico caóticas y potencialmente dejar partes de Alemania totalmente paralizadas», advirtió el Autoclub Europa.
El Reino Unido registró la noche más fría de este invierno, con temperaturas de hasta 22 grados bajo cero, aumentando este viernes los temores de problemas en el suministro energético, mientras continuaban las perturbaciones en los transportes.
Cuando el país vive la peor ola de frío en 30 años, el termómetro marcó un récord bajando hasta los -22,3 grados en la pequeña localidad de Altnaharra (norte de Escocia); en la región de Manchester (noroeste de Inglaterra) llegaba a -17 grados y en las montañas galesas de Brecon Beacons a -16.
«A las temperaturas les costará subir por encima de cero en la mayoría del país durante el día, con heladas severas durante la noche», declaró Richard Young, de la Oficina Meteorológica Nacional, precisando que los fuertes vientos previstos aumentarán todavía más la sensación de frío.
Numerosas escuelas permanecían cerradas en todo el país, algunas por quinto día consecutivo, mientras aumentaban las críticas de los padres afectados.
El hielo y el frío continuaban provocando todo tipo de problemas en los transportes. Aunque los aeropuertos estaban abiertos, las compañías British Airways y EasyJet volvieron a anular decenas de vuelos en Heathrow y Gatwick, los dos más importantes de Londres, donde se registraban también retrasos.
En la red ferroviaria, se registraban también importantes retrasos debido a un servicio limitado y a las averías de trenes.
La mitad de los enlaces París-Londres por el Eurostar que cruza el túnel bajo el canal de la Mancha fueron anulados.
Y en las carreteras se multiplicaban los accidentes, por falta de sal para derretir el hielo o la nieve.
La ministra de Medio Ambiente, Hilary Benn, indicó este viernes a la BBC que ante la escasez de sal en algunas regiones, posiblemente habrá que tomar «decisiones difíciles» sobre las carreteras a tratar de forma prioritaria.
El frío también aumentó los temores de problemas en el suministro de gas, sobre todo después de que el operador de la red energética británica, National Grid, pidió a un centenar de grandes compañías que suspendieran el consumo para evitar una crisis.
Previamente había emitido una alerta anunciando que la demanda era superior a la oferta, tras establecer el jueves un récord absoluto con 12,9 millones de metros cúbicos.