Europa se resiste a crisis


Joaquí­n Almunia, comisionado europeo para Asuntos Económicos y Monetarios, durante su participación en el Foro Económico de la UE.

El crecimiento económico europeo parece resistir bien la ralentización mundial de comienzos de año, según la subida del Producto Interior Bruto (PIB) de 0,7% en el primer trimestre de 2008 anunciada hoy por la Oficina Europea de Estadí­sticas, Eurostat.


Según esta primera estimación, tras el frenazo del último trimestre de 2007, cuando el crecimiento cayó de 0,4%, el aumento de ahora es más fuerte de lo previsto por los economistas.

Alemania, la primera economí­a de la zona euro, se lleva la mejor parte: un crecimiento de 1,5% en el primer trimestre que marca un récord desde hace doce años, gracias sobre todo a los sectores de la construcción y de las inversiones industriales muy dinámicos.

Otros paí­ses europeos también anunciaron hoy un aumento en sus crecimientos económicos en el primer trimestre, como Francia ( 0,6%) y Austria ( 0,8%).

«Acogen esta mañana a una ministra de Economí­a alegre y contenta», dijo la ministra francesa de Economí­a, Christine Lagarde, a la emisora Europe 1.

«Festejen pero no demasiado», advirtió, sin embargo, Holger Schmieding, economista del Bank of America.

«Incluso Alemania no está totalmente inmunizada contra los tipos de cambio», dijo al subrayar que las variaciones en los mercados de cambio se notan generalmente en las economí­as nueve meses después.

La moneda europea perdió fuerza en las últimas semanas pero, en todo caso, su último récord frente al dólar data sólo del 22 de abril, cuando se cambió a 1,6019 dólares.

La fuerza del euro terminará por hacerse notar en las exportaciones europeas, sobre todo con la desaceleración estadounidense.

De esta forma, el crecimiento podrí­a verse afectado en el segundo trimestre del año, según muchos economistas.

En algunos paí­ses, los efectos de la crisis ya se han dejado sentir. Así­, en Holanda, el crecimiento cayó en el primer trimestre de 2008 a su nivel más bajo en los últimos tres años ( 0,2%).

La economí­a española también está en fase de ralentización, bajo el efecto de un frenazo en el sector inmobiliario y una menor demanda interior.

En Italia, donde aún no se publicaron cifras, «la economí­a pudo incluso caer en recesión técnica en el primer trimestre», consideró Jennifer McKeown, economista de Capital Economics.

«Las malas noticias se multiplican», según Howard Archer de Global Insight. El analista citó, entre otras, la disminución de la confianza de los consumidores y los ambientes financieros, las ventas al detalle decepcionantes y la bajada de la producción industrial en marzo en la zona euro.

Con la subida del petróleo y de los productos alimentarios, la inflación sigue en un nivel «demasiado elevado» en la zona euro -aún un 3,3% en abril con respecto al año anterior, tras el récord histórico de 3,6% de marzo-, consideró hoy el comisario europeo de asuntos económicos, Joaquí­n Almunia.

El crecimiento señalado en la zona euro parece apoyar la opción tomada por el Banco Central Europeo (BCE), que prefirió concentrarse en el peligro inflacionista más que en las amenazas a la actividad económica.

«Los últimos datos sobre el crecimiento darán municiones suplementarias a los «halcones» del Consejo de Gobernadores del BCE. Y con la inflación a un nivel elevado, habrá que esperar aún varios meses antes de ver bajar las tasas de interés», vaticinó McKeown.