Europa se acerca a una nueva recesión, arrastrada por los agobiantes problemas de la deuda soberana del bloque de 17 naciones del euro, según las estadísticas oficiales difundidas hoy.
Eurostat, la oficina de estadísticas de la Unión Europea, reveló que tanto la economía de la eurozona en su conjunto como la de los 27 países que integran la UE se contrajo en el segundo trimestre en un 0,2%. En el primer trimestre, la producción en ambas zonas no varió. La recesión se define oficialmente como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.
Los apuros económicos de Europa han puesto en apuros a otras economías mundiales. Políticos de todo el mundo han solicitado medidas más contundentes, especialmente del Banco Central Europeo, para solucionar la crisis de la deuda a fin de restaurar la confianza en la economía global.
El reciente anuncio del BCE de que hará «lo que sea necesario para salvar el euro fue bien recibido, pero la claridad sobre las medidas a tomar es crucial», dijo Tom Rogers, asesor económico de la firma de contabilidad Ernst & Young.
La región es el mercado de exportación más grande de Estados Unidos y cualquier contracción en la demanda afectará los pedidos en cartera de las fábricas y empresas estadounidenses, así como las posibilidades de que el presidente Barack Obama se reelija.
La eurozona encara altísimos niveles de endeudamiento soberano y un desempleo del 11,2%. En comparación con el año anterior, la economía de la eurozona es un 0,4% más pequeña.
Si Alemania no sigue cosechando niveles de crecimiento sólidos, la eurozona se encontraría oficialmente en recesión.
La economía más grande de Europa creció en el segundo trimestre un 0,3% y aunque lo hizo un 0,5% en el primero, el avance fue levemente superior al pronosticado. Casi todos los economistas creían que Alemania crecería solamente un 0,2%.
Aunque Alemania se ha beneficiado de la fuerte demanda de sus productos, sus exportaciones de alto valor están encontrando cada vez más difícil ingresar en los mercados internacionales. Varias encuestas económicas, entre ellas la ZEW —que rastrea la confianza de los inversores alemanes— aparecida el martes, indican que la confianza va en retirada al pasar Europa de una crisis a otra.
«Lo importante es que el crecimiento económico necesario para que la crisis de la deuda de la región llegue a su fin todavía no está a la vista», dijo Jonathan Loynes, economista en jefe para Europa de la firma Capital Economics.