Europa preocupada por la crisis financiera


La economí­a mundial ha venido en franca picada, lo que ha provocado tensión en las economí­as más grandes del planeta.

Los ministros de Finanzas de Gran Bretaña, Alemania, Italia y Francia se reúnen hoy en Parí­s, una señal de la creciente inquietud frente la crisis que sacude a los mercados y hace tambalear la economí­a mundial.


A la francesa Christine Lagarde, el alemán Peer Steinbrí¼ck, el británico Alistair Darling y el italiano Tommaso Padoa-Schioppa se sumará el comisario europeo para Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquí­n Almunia, para una cita excepcional de los miembros de la Unión Europea en el G7, dijeron fuentes del ministerio francés de Economí­a.

Destinada sobre todo a preparar la cumbre de los ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales de los siete paí­ses más industrializados el 9 de febrero en Tokio, esta reunión será seguida por un encuentro a nivel de jefes de Estado y de Gobierno el 29 de enero en Londres.

Los ministros deben hacer una revisión general de los últimos datos económicos para intentar ponerse de acuerdo sobre cómo responder a la crisis financiera desencadenada por la crisis de los préstamos hipotecarios de riesgo en Estados Unidos («subprime»).

El mayor desafí­o será coordinar un frente común sobre la transparencia de los mercados financieros y del sector bancario, así­ como instalar mayores dispositivos de control a nivel europeo o internacional.

En diciembre, los ministros de Finanzas de la UE acordaron fortalecer la coordinación entre los organismos nacionales de vigilancia financiera, pero sin ir tan lejos como deseaban Italia o Francia.

Adoptaron conclusiones por mayorí­a simple, sin retener las proposiciones realizadas por Padoa-Schioppa.

El ministro italiano reclamaba reglas únicas para las instituciones financieras en los paí­ses de la UE, y una vigilancia más integrada, sobre todo a través del reforzamiento de los poderes de los comités que reúnen a los reguladores nacionales.

Estas propuestas son apoyadas por Francia, España y Holanda, pero consideradas excesivas por Alemania y sobre todo por Gran Bretaña.

Steinbrí¼ck explicó en ese entonces que Berlí­n creí­a que «una cooperación más estrecha entre las autoridades de vigilancia» era suficiente.

Su homólogo británico pura y simplemente rechazó las ideas italianas. «Hay que determinar nuestras necesidades, teniendo en cuenta que los problemas en los mercados este verano no se debieron a una falta de información entre reguladores», estimó Darling.

El ministro británico insistió en este punto hoy en una entrevista concedida a varios diarios europeos. Al tiempo que afirmó que la crisis financiera es «importante y exige una acción rápida», rechazó todo «exceso de regulación».

Francia se pronunciarí­a una vez más por una mayor coordinación a nivel europeo, no sólo de los controles bancarios sino también en el sector de seguros y de mercados financieros.

La fortaleza del euro, otro gran tema de desencuentro en el seno de la UE, no estarí­a en la agenda del encuentro y quedarí­a reservado para la cumbre del EcoFin (todos ministros de Economí­a y Finanzas de la UE) prevista el lunes en Bruselas.

Los ministros tampoco tratarí­an la disparada de los precios del petróleo y los fondos soberanos, dos temas debatidos en el G7 de octubre pasado en Washington.