La Agencia Espacial Europea lanzó ayer su satélite explorador de estrellas Gaia con la esperanza de producir un mapa tridimensional de la Vía Láctea y comprender mejor la evolución de la galaxia.
El satélite fue lanzado al espacio desde la Guyana Francesa a las 6.12 a.m. (0912 GMT) a bordo de un cohete ruso Soyuz, informó la agencia.
Poco después del lanzamiento, Gaia desplegó su escudo solar circular de 10 metros (33 pies), un momento crucial de la misión. El escudo protege el instrumental de los rayos solares a la vez que absorbe la energía solar que requiere la nave.
«Todo salió sin ningún problema», dijo Paolo Ferri, jefe de misión de la AEE en su sede de París.
Gaia se dirige a una órbita estable en torno a un punto llamado Lagrange 2, a 1,5 millones de kilómetros (930.000 millas) de la Tierra en el lado opuesto de ésta con respecto al Sol. Cuando llegue el mes próximo, se encenderán los instrumentos del satélite, que seguirá lo que Ferri llamó «un patrón muy peculiar» diseñado a mantenerlo siempre de espalda al Sol.
Timo Prusti, científico del proyecto de la AEE, comparó el objetivo de la misión con el paso de los filmes bidimensionales al 3D. En este momento, dijo, los científicos cuentan con un mapa mayormente «plano» de la galaxia.
«Queremos profundidad», dijo.
Con sus telescopios gemelos, Gaia estudiará la posición, distancia, movimiento, composición química y brillo de mil millones de estrellas, aproximadamente el 1% de los 100.000 millones de estrellas de la Vía Láctea.
Los datos ayudarán a determinar el origen y la evolución de la Vía Láctea, dijo Jos de Bruijne, otro de los científicos a cargo del programa Gaia.
«La importancia principal de esta misión es que realizará arqueología galáctica», dijo de Bruijne en entrevista telefónica desde la Guyana Francesa. «Revelará la verdadera historia de nuestra galaxia.
El proyecto es el sucesor del satélite Hipparcos de la AEE, lanzado en 1989 para medir la posición de 100.000 estrellas.
Gaia, que lleva el nombre de una antigua deidad griega, irá mucho más allá. Los científicos comparan la precisión de sus mediciones con la capacidad de medir el diámetro de un cabello humano a 1.000 kilómetros (600 millas) de distancia.
«Hay mucho que todavía no sabemos sobre la Vía Láctea», dijo Andrew Fox, astrónomo del Instituto de Ciencias Espaciales Telescópicas en Baltimore, Maryland. No participa del proyecto, pero la AEE financia su puesto en el instituto.
La agencia europea dice que Gaia es la «máquina descubridora por excelencia» porque su complejo instrumental permitirá a los científicos buscar las diminutas perturbaciones en los movimientos de las estrellas que indican la presencia de planetas cercanos.
«Esas son las estrellas que la gente va a estudiar en busca de planetas a su alrededor y en última instancia en busca de señales de vida», dijo Fox.
Los científicos también esperan que sus decenas de cámaras capaces de reunir imágenes de 1.000 megapíxeles permitan hallar cientos de miles de asteroides y cometas hasta ahora desconocidos dentro del sistema solar.
Por otra parte, los científicos esperan que Gaia permita poner a prueba un componente clave de la teoría general de la relatividad de Einstein que pronostica «pozos» y «curvaturas» en el espacio causados por la gravedad de los cuerpos celestes.
Carmen Jordi, astrónoma de la Universidad de Barcelona que participa del proyecto, dijo que los hallazgos del satélite serán las principales referencias para los científicos en los próximos años.
«Casi todos los campos de la astrofísica se verán afectados», dijo Jordi.
Las operaciones científicas comenzarán en unos cuatro meses y medio. La misión, a un costo de 740 millones de euros (1.000 millones de dólares) tiene una esperanza de vida prevista de cinco.
Después de ese plazo, si sigue operando, se podría extender dos años más.