Europa empieza a inclinarse hacia el FMI


Grupos de taxistas de Atenas realizan una protesta por la crisis financiera en Grecia. FOTO LA HORA: AFP Aris Messinis

La idea de recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para rescatar a Grecia empezó a recabar hoy un mayor apoyo entre los paí­ses de la Eurozona, pese al empeño oficial de crear un mecanismo financiero europeo que evite tener que pedir ayuda fuera de casa.


La primera economí­a de la Eurozona, Alemania, confirmó el viernes estar abierta a un apoyo del FMI para Atenas, que el jueves blandió esa opción como una amenaza si era abandonada por sus socios europeos.

En caso necesario, Berlí­n «no excluye» echar mano de «los recursos del FMI», declaró el portavoz del gobierno, Ulrich Wilhelm.

La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, habí­a dejado en claro esta semana que no tení­a intención de apoyar de forma inmediata a Grecia, abogando porque el paí­s helénico hiciera los deberes y se las apañara para poner orden en sus finanzas públicas.

Otro socio influyente de la Eurozona, Holanda, respaldó la idea de una intervención del FMI, conjuntamente con los europeos.

«Grecia es responsable de lo que ocurre y Grecia tiene que sacarse sus propias castañas del fuego», afirmó el ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager.

«Pero debemos evitar que el fuego griego se propague a Holanda», por lo que «somos partidarios de que se siga la ví­a del FMI», aunque «no será suficiente», agregó el ministro, abogando por una solución paralela» por parte de Europa para cubrir los 40.000 millones de euros que Grecia necesita para este año.

Y la postura de Finlandia «es bastante simple», señalaron por otra parte fuentes diplomáticas en Bruselas, detallando que Helsinki apoya el proyecto europeo de acordar préstamos bilaterales a Atenas, «sin excluir» la opción del FMI. Italia también se situarí­a en la misma lí­nea.

Dejar a Grecia en manos de una institución internacional, que impondrí­a sus propias condiciones a cambio de su ayuda, es lo que en un principio trataron de evitar el lunes los 16 ministros de Finanzas de la Eurozona al aprobar las lí­neas generales de un mecanismo europeo de ayuda financiera para aplicar en caso de absoluta necesidad y basado en préstamos bilaterales.

Pero el proyecto, para ser aprobado, requiere el aval polí­tico de los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE), que se reunirán los próximos dí­as 25 y 26 en cumbre en Bruselas. Y Merkel amenaza con enterrar la iniciativa, dejando quizás a los griegos con la sola opción de acudir al FMI.

El primer ministro griego, Giorgos Papandreou, exigió el jueves el apoyo polí­tico de sus socios al plan de rescate, con el fin de calmar al menos a los especuladores y abaratar los costes de su financiación contra la deuda, destacando que por ahora Atenas no necesita ayuda financiera de Europa.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, insistió el viernes en la importancia «de contar lo antes posible con un mecanismo listo» para activarse «en caso necesario».

Pero tampoco descartó acudir al FMI, recordando que los Estados miembros de la UE son «de lejos la mayor fuente de ingresos» de la institución basada en Washington.

«Es cuestión de ver cuál es la mejor manera de responder a la situación», subrayó Barroso en declaraciones a la cadena francesa France 24.

Oficialmente la Comisión Europea sigue defendiendo que la base de trabajo actual es el proyecto elaborado por los ministros de Finanzas.

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, pidió el viernes a los paí­ses miembros de la UE que se pronuncien sobre ese plan la próxima semana: «Es importante que finalicemos polí­ticamente el trabajo ya efectuado» por los ministros, abogó.

Grecia se enfrenta a una deuda colosal de unos 300.000 millones de euros, equivalentes al 113% de su PIB, y un déficit de 12,7% del PIB, que se ha comprometido a reequilibrar a partir de este año, adoptando rigurosos planes de austeridad.