Europa castigada por ola de calor


Calor. Varios turistas intentan refrescarse en una fuente del centro de Roma.

La ola de calor que azota al sureste de Europa ha causado ya centenares de muertos y provocado devastadores incendios que calcinaron numerosas hectáreas de bosques, en particular en el sur de Italia.


El anuncio más inquietante provino ayer de Hungrí­a, donde según los cálculos del jefe del servicio médico nacional, la ola de calor causó unos 500 decesos la semana pasada, cuando las temperaturas alcanzaron regularmente los 40 grados.

Según las autoridades húngaras, hoy la temperatura podrí­a ser inferior a los 30 grados.

En Rumania, el balance oficial seguí­a siendo de 30 muertos hoy, un dí­a después de la jornada «roja» decretada en Bucarest y cinco departamentos donde el mercurio rozó los 45 grados, colocando bajo fuerte tensión a los servicios de ambulancias, que recibí­an miles de llamadas.

La alerta pasó, este dí­a, a naranja en Bucarest y cinco departamentos del sudeste, donde la temperatura oficial no superará los 39 grados, y a amarillo en el resto del paí­s.

La caní­cula también provocó numerosos incendios forestales, poniendo a prueba a los servicios de socorro en Italia.

Gran parte de la pení­nsula, y sobre todo en el centro y el sur, sigue asolada por los incendios, que causaron tres muertos y provocaron grandes daños desde comienzos de esta semana.

«Hasta ahora tuvimos 50 pedidos de intervención aérea contra incendios», declaró a la AFP el portavoz del servicio de prensa de la Protección Civil, precisando que «las situaciones más graves son señaladas en Sicilia y Calabria».

En Grecia, las autoridades lanzaron hoy llamados a la población para que evite los desplazamientos debido a una caní­cula que podrí­a alcanzar, por segundo dí­a consecutivo, temperaturas de 45 grados en varias regiones del paí­s.

La ola de calor causó un muerto en la isla jónica de Corfú (oeste), según el centro operacional del ministerio de Salud. Los medios de comunicación señalaron cuatro muertos en Corfú.

La temperatura podrí­a alcanzar los 45 grados el miércoles en Atenas, en la gran llanura de Tesalia (centro) y en el Peloponeso (sur).

La contaminación de ozono superó el martes el lí­mite de alerta de 240 mg/m3 en varios barrios de Atenas y la situación podrí­a repetirse el miércoles.

Cinco grandes incendios forestales continuaban ardiendo el miércoles en el oeste, pero también en el Peloponeso y la isla de Hydra, en el Golfo de Salónica, al sur de Atenas.

Otros paí­ses están afectados por los incendios: Macedonia, donde un hombre murió intoxicado por el humo, Serbia, donde se registran unos 60 incendios forestales y de arbustos, con temperaturas sin precedentes en Belgrado (43 grados) y Zajecar (45 grados), y Eslovaquia, donde un gran incendio forestal está devastando desde el domingo una decena de hectáreas del parque nacional «Slovensky Raj» (Paraí­so Eslovaco), en el este del paí­s.

El intenso consumo de electricidad debido a la caní­cula también ocasionó cortes de energí­a en varios paí­ses como Rumania, Macedonia, Albania y una parte de Kosovo.

En Grecia, el gobierno pidió el miércoles a la población que limite el consumo de electricidad entre las 11H00 y las 15H00 (08H00 y 12H00 GMT), debido al riesgo de un corte general de electricidad. Desde comienzos de esta semana se han registrado consumos sin precedentes.

500 personas aproximadamente, murieron la semana en varios paí­ses de Europa, donde las temperaturas alcanzaron los 40 grados.