La Unión Europea (UE) abre hoy en Bruselas una cumbre de dos días sobre la crisis económica bajo presión norteamericana para inyectar más fondos públicos contra la recesión, pero con la mente puesta también en lograr en el G20 una reforma del sistema financiero mundial.
Durante la cita de dos días, los jefes de Estado y de gobierno de la UE podrían decidir por otra parte aumentar el paquete de préstamos de emergencia para los países del bloque que no pertenecen a la Eurozona y que enfrentan graves problemas financieros, como Hungría y Letonia.
La presidencia checa de la UE ya indicó que la cumbre de Bruselas debe dar lugar a un frente unido europeo de cara al G20 -de las principales potencias industriales y emergentes- del 2 de abril en Londres. Para esa cita, «se requiere una fuerte posición europea» que lleve a resultados concretos y permita resistir presiones de otros países con diferentes objetivos, indicó.
«Sería particularmente peligroso que se tomen dos direcciones opuestas de uno y otro lado del Atlántico», juzgó el jueves de su lado la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, al referirse al distanciamiento que parece vislumbrarse entre la UE y Estados Unidos para el G20 de Londres.
Mientras la UE quiere poner el acento en una mejor regulación del sistema financiero mundial, en particular de los fondos especulativos y los paraísos fiscales, Estados Unidos milita por la necesidad de volcar más fondos públicos para luchar contra la recesión.
Pero la UE considera suficientes sus medidas presupuestarias adoptadas hasta el momento para enfrentar la crisis, de un monto de 400.000 millones de euros (unos 520.000 millones de dólares), es decir el 3,3% del Producto Interior Bruto (PIB) de los 27.
Los líderes europeos deberían reclamar «reglamentar mejor los mercados» e instar a «continuar la coordinación, a escala internacional, de las medidas de impulso presupuestario», subrayando la necesidad de «aplicar rápidamente los programas previstos», según un proyecto de declaración final de la cumbre, que finalizará el viernes.
Si esta posición es mayoritaria, algunos se inquietan por las escasos anuncios concretos, en momentos en que Europa enfrenta una recesión inédita a nivel mundial desde 1945.