Tras haber franqueado ayer el umbral simbólico de los 1,40 dólares, el euro prosiguió su ascenso hoy, alcanzando los 1,4120 dólares, a raíz de la debilidad del billete verde por el temor a una grave desaceleración económica en Estados Unidos.
A las tres de la mañana (hora de Guatemala), el dólar canadiense se mantenía también por encima de un dólar estadounidense, algo nunca visto desde noviembre de 1976 entre ambas monedas. El yen también mostraba solidez a 115,35 dólares.
La libra, por el contrario, no se aproximaba a sus máximos registrados en julio a 2,0627 dólares, a raíz de las debilidades domésticas ligadas a la crisis del banco británico Northern Rock. Se cotizaba a 2,0145 dólares.
El dólar quedó muy debilitado tras el recorte de 0,50% de las tasas de interés estadounidenses. La Reserva Federal dejó su tasa directriz en 4,75% el martes..
Las explicaciones otorgadas ayereves por el presidente de la Fed, Ben Bernanke, no tranquilizaron demasiado sobre el estado de salud de la economía estadounidense.
Bernanke reconoció que las consecuencias de la crisis del mercado hipotecario en Estados Unidos «superaban las previsiones más pesimistas» y que el fuerte gesto del martes tenía por objetivo evitar un contagio de esta crisis financiera a la «economía real».
Las turbulencias en los mercados «aumentaron las incertidumbre en las perspectivas de crecimiento mundial». No obstante, el sistema financiero mundial está en una «posición relativamente sólida» para salir de la crisis, aseguró.
El secretario del Tesoro, Henry Paulson, indicó que existen «señales alentadoras» en algunos mercados de crédito, al tiempo que admitió que éstos aún no funcionan «de manera normal». Dijo contar con «la fuerza instrínseca de la economía para permitir una continuación del crecimiento».
Pero los economistas seguían el viernes recordando que el ex presidente de la Fed, Alan Greenspan, aún ve posibilidades de que la economía estadounidense entre en recesión.
Otros también se interrogan sobre el riesgo de un alza de la inflación general tras esta bajada del dólar, y los inversores fuera de la zona dólar se vuelcan sobre las materias primas, generalmente cotizadas en dólares, que pueden comprar a mejor precio.
El barril de petróleo batió récords históricos el jueves a 84,10 dólares en Nueva York y 79,28 dólares a Londres. La onza de oro se hallaba en su máximo nivel desde hace 27 años.
Las monedas de los grandes países productores de petróleo o de materias primas, como los dólares australianos o noezelandeses, alcanzaban sus máximos niveles en seis semanas.
La caída del dólar corre el riesgo también de aumentar la inquietud entre los exportadores de la zona euro, indicó Audrey Childe Freeman, del banco CIBC.
«Podemos esperar nuevas intervenciones verbales, sobre todo de parte de las autoridades francesas, pero sin duda será en vano», estimó.
También predijo que el euro fuerte «reducirá enormemente la posibilidad de una nueva alza de las tasas en Europa».
La ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, de visita en Pekín, indicó el viernes que la fortaleza del euro plantea «riesgos de asfixia muy serios» para las empresas europeas. Al paso, mencionó «el problema de la depreciación del yuan».
Ningún gran dato económico era esperado el viernes en Estados Unidos, y «dado el volumen de dólares vendidos desde la decisión de la Fed el martes, podríamos ahora entrar en una fase de consolidación», estimó Derek Halpenny, del banco Mitsubishi.
«No obstante, esto no quiere decir que las ventas de dólares ya hayan terminado», anticipó.