El Instituto de Investigación para la Incidencia en Educación y Formación Docente “Educa Guatemala” advirtió de un retroceso en la cobertura educativa, ya que según datos del Ministerio de Educación, en preprimaria de un 57% en el 2009 la cobertura disminuyó a un 44% en el 2012.

En primaria pasó de un 98.7% en el 2009 al 89.1% en el 2012, mientras que en el ciclo básico se mantiene estancada en un 43.2%.

Según Educa Guatemala, en el segundo informe de Gobierno se señala como prioridad la ampliación de la cobertura educativa, sin embargo ocurre totalmente lo contrario, pues ésta se ha ido deteriorando con el pasar de los años.

En términos cuantitativos, Guatemala casi ha logrado la cobertura universal en el nivel primario (Objetivo del Milenio No.3), aunque se mantienen brechas en la tasa de culminación.

De igual manera, en lo que respecta a los niveles preprimario y medio, aún persisten enormes brechas: como promedio nacional, los datos reportan 57 por ciento de tasa neta de cobertura en el nivel pre-primario y en el nivel medio, 43.2 por ciento en el ciclo básico, y apenas el 16.6 por ciento de cobertura en ciclo diversificado.

Esto contrasta con el hecho de que el Estado de Guatemala sólo destina el 2.8 por ciento  del Producto Interno Bruto a la educación, siendo el promedio para América Latina de 5 por ciento indica el estudio.

Cobros ilegales y pobreza

Según Cecilia Garcés, de Educa Guatemala, la cobertura educativa en general se mantiene a la baja por varias razones, y principalmente en estos dos últimos años, porque nuevamente se realizan cobros extraordinarios en las instituciones educativas públicas.

La analista señala cobros por materiales de limpieza, por seguridad privada o de algunas materias como inglés o computación, pagos que obviamente es un impedimento más para los estudiantes, lo cual les aleja de los centros educativos.

Por otro lado, la creación de los bachilleratos y con la eliminación del magisterio y posiblemente también la de perito contador y el secretariado debilitado las carreras técnicas y provocado una disminución en la asistencia de los jóvenes en diversificado.

Además, Garcés dice que hay que ver al detalle toda la integralidad de la política de gratuidad. Antes se le entregaba a los padres de familia el bono de Mi familia Progresa para que sus hijos asistieran a la escuela, mientras que ahora no se ha entregado Mi Bono Seguro, lo cual podría tener alguna incidencia en la falta de cobertura.

También señala que las condiciones de pobreza están afectando la cobertura educativa, porque si no se estuviera hablando de una población con altos índices de pobreza no sería tan polémico realizar cobros adicionales en los centros educativos, a pesar de que si infringiría en el derecho humano a la educación gratuita a nivel primario.