Estudian ciberataque simulado


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Debajo de las calles de Londres, en un refugio antiaéreo de Winston Churchill, que data de la Segunda Guerra Mundial, un grupo de jóvenes expertos en tecnología tienen un atisbo a lo que se cree que sea la guerra del futuro.

Por RAPHAEL SATTER LONDRES /Agencia AP

Inclinados sobre sus computadoras en un cuarto reforzado con acero, decenas de aficionados expertos en ciberseguridad pasaron el viernes tratando de determinar por qué la red de los bancos británicos de pronto pareció quedar desconectada.

Al ejercicio —porque no fue más que eso— no le faltó nada. Vino con todo y sirenas y presuntos noticieros. Tuvo por objetivo reclutar a la próxima generación de técnicos talentosos y también a poner de manifiesto la amenaza que muchos consideran inevitable: un ciberataque de gran magnitud sobre la crítica infraestructura nacional.

La empresa de telecomunicaciones BT contribuyó a organizar la competencia.

En una zona privada detrás del Salón de Guerra de Churchill, un complejo de oficinas subterráneas construido originalmente para proteger a las máximas autoridades nacionales de las bombas nazis, 42 concursantes fueron agrupados alrededor de siete mesas. Personal de BT, de la agencia CGHQ de inteligencia cibernética británica y otras compañías anduvieron por el salón mientras los jóvenes trabajaban con los datos suministrados en una red imaginaria.

El ejercicio, llamado formalmente Desafío de Ciberseguridad, es una de varias iniciativas de seguridad en internet que han recibido cada vez mayor financiación. El gobierno británico ha empezado a invertir 860 millones de libras (mil 400 millones de dólares) en el rubro. El dinero ha sido canalizado en becas académicas, sociedades comerciales y un nuevo instituto de investigación dedicado a proteger la infraestructura británica de intrusos.

Sin embargo, el juego bélico del viernes, que simula la paralización de la infraestructura financiera mediante infiltración maliciosa, no impresionó a todos.

Ross Anderson, un académico de la Universidad de Cambridge que sostiene que las amenazas en línea han sido sobreestimadas, citó en un correo electrónico al periodista estadounidense H.L. Mencken, quien advirtió que a los políticos les encanta mantener alarmada a la gente «con una serie interminable de fantasmas, todos imaginarios».