Estrenando Gobierno:


Consideraciones sobre el discurso de toma de posesión del presidente ílvaro Colom

Por: Instituto de Investigaciones Polí­ticas y Sociales.

Escuela de Ciencia Polí­tica, Usac


El inicio de un nuevo gobierno en Guatemala, presupone un cambio en la vida nacional, mismo que se esperarí­a pudiera vislumbrarse desde el primer discurso oficial, que como Presidente de la República hiciera el ingeniero ílvaro Colom.

En este sentido se presentan a continuación algunas reflexiones sobre tan importante acontecimiento en la historia polí­tica del paí­s. Para esto, el presente análisis se divide en cuatro elementos: primero, una comparación entre el contenido del discurso y el plan de gobierno. Segundo, un examen de la propuesta socialdemócrata de la UNE. Tercero, identificación de la presencia y ausencia de sectores y actores polí­ticos y sociales en el discurso. Finalmente en el cuarto, una valoración general de las ideas desarrolladas.

Es importante aclarar que las siguientes consideraciones se hacen con base en la transcripción del discurso y el plan de gobierno de la Unidad Nacional de la Esperanza -UNE-.

Correspondencia entre el discurso de toma de posesión y el plan de gobierno

El plan de gobierno presentado en campaña por la Unidad Nacional de la Esperanza -UNE-, se fundamenta en dos elementos básicos: el primero, referido a sus cuatro programas: Solidaridad, Gobernabilidad, Productividad y Regionalidad. Y el segundo, que incluye sus Ejes transversales: priorización de los más pobres, equidad de género, inversión en la infancia y niñez, interculturalidad, ética y moral, conservación del medio ambiente, participación ciudadana y respeto a los Derechos Humanos.

El discurso de toma de posesión contiene los programas, no así­, los ejes transversales; por el contrario se refiere a cinco temas transversales: la familia, medio ambiente, pueblos indí­genas, Acuerdos de Paz y libertad de culto.

Coincidencias entre el plan de gobierno y el discurso pueden encontrarse en la intencionalidad de cambio de la sociedad guatemalteca, y en la necesidad de unidad y diálogo para iniciar esa transformación. De igual manera, se insiste en el desarrollo de la pequeña y mediana empresa, como ví­a para la mejora de la economí­a de la ciudadaní­a guatemalteca.

También comparten el hecho de que en ambos planteamientos no se visualiza el tema de los recursos necesarios para implementarse dichas iniciativas, en pocas palabras el ¿cómo?

Uno de los aspectos que llama la atención en el discurso, es el hecho de que en gran medida deja afuera lo relativo a las Relaciones Internacionales de Guatemala, aun cuando en el plan de gobierno habí­a sido contemplado e incluso desarrollado como uno de sus componentes básicos.

Coherencia del discurso de toma de posesión con la doctrina socialdemócrata

Existe una coherencia entre el plan de gobierno y el discurso de toma de posesión con los postulados generales de la socialdemocracia, al hacer alusión a principios como: la separación de poderes, el respeto a la pluralidad polí­tica, ideológica y religiosa y el papel del Estado con relación al mercado.

Resalta la existencia de una adaptación de la socialdemocracia al contexto guatemalteco, que identificando la diversidad étnico-cultural del paí­s, la conceptualiza en el discurso como «socialdemocracia con rostro maya».

Los destinatarios del discurso de toma de posesión

Los destinatarios del discurso pueden segmentarse en tres grupos de acuerdo a la mención que de ellos se hace: el primero incluye a «los más pobres», los indí­genas y los pequeños y medianos productores; el segundo a mujeres, niñez, juventud, ancianos y discapacitados; y el tercero, aquellos que no aparecen o son apenas mencionados, como: el gran empresariado, el ciudadano no indí­gena, el ciudadano urbano y los migrantes.

Cabe resaltar, como se mencionó anteriormente, que dentro de los posibles destinatarios de un discurso presidencial de toma de posesión, un sector que, sin ser parte de la sociedad guatemalteca cobra relevancia para el mismo, es la comunidad internacional, representada por las distintas delegaciones asistentes, a los que apenas se hizo alusión para agradecer su presencia.

Reflexiones finales

En general se puede observar que existe coherencia entre el programa de gobierno y el discurso presidencial, aunque en algunos aspectos la generalidad de este último, no permita su plena visualización.

Sin embargo, cabe resaltar que la segmentación del discurso hacia ciertos sectores en detrimento de otros, contradice en alguna medida el llamado a la unidad y la conciliación nacional.

De igual manera, resulta significativo el hecho de que se «oficialice» la socialdemocracia como fundamento ideológico de gobierno, porque presupone todo el accionar gubernamental y porque además, abre un debate polí­tico nacional respecto al papel de la ideologí­a de los partidos polí­ticos.

Lo anterior, plantea la siguiente interrogante: ¿Comparten todos los funcionarios esta ideologí­a, siendo ellos los encargados de implementar las polí­ticas, programas y planes de gobierno? Al menos en la conformación del gabinete esto no se ha evidenciado.