Cuando el actor Jonathan Pryce recibió por primera vez una copia de la última película de River Phoenix, «Dark Blood», la dejó por meses en su escritorio sin atreverse a verla.
Temía a los sentimientos que enfrentaría al revivir la muerte de Phoenix y se sentía nostálgico por las cenas que compartieron tras los largos días de filmación en Utah, así como por la impactante llamada que recibió una madrugada en la que le decían que el joven actor había fallecido.
«Es muy difícil comprenderlo por un rato. Fue un momento terriblemente triste para mí», dijo Pryce, quien protagonizó la cinta con Phoenix y Judy Davis. Veinte años después, el estreno de «Dark Blood» en Estados Unidos, el miércoles en el Festival Internacional de Cine de Miami, fue un reconocimiento a la resistencia del director George Sluizer, de 80 años, quien casi murió antes de que la cinta se completara. Fue también un homenaje al carisma inmortal de Phoenix.
No está claro si la película podrá estrenarse a nivel comercial en Estados Unidos. Sluizer dijo que están en negociaciones con la compañía dueña de la película. En la cinta, Pryce y Davis interpretan a una pareja de Hollywood que viaja desesperada por el desierto para tratar de salvar su matrimonio con una segunda luna de miel. Su auto se avería y buscan alojamiento en la chabola de Phoenix, sin saber que él quiere hacerlos sus prisioneros.
Boy, el personaje de Phoenix, tenía una esposa pero murió de leucemia por una prueba nuclear, por lo que quedó solo y aislado en el desierto. El viaje para completar la película no fue menos dramático que su guion. Phoenix, el astro en ascenso de «Stand by Me» y «My Own Private Idaho», tenía 23 años al morir en 1993 fuera del club nocturno The Viper Room en Los Angeles. El actor falleció a causa de una deficiencia cardiaca tras una sobredosis de heroína y cocaína.
Luego de su muerte, se habló de encontrar a otro actor para reemplazar a Phoenix o de usar efectos especiales para terminar «Dark Blood». La película estaba terminada al 80% y la mayor parte de las escenas que faltaban eran entre Davis y Phoenix. Pero Sluizer decidió abstenerse de esas opciones y la cinta quedó encapsulada por años. En 1999 el director holandés se enteró de que la iban a quemar a fin de hacer espacio para nuevos materiales, así que rápidamente la transportó a Holanda donde estuvo guardada otra década.
A Sluizer le diagnosticaron una arritmia cardiaca en 2007, y prácticamente pronosticaron una muerte inminente. Pero el director se recuperó y se sintió animado para terminar «Dark Blood» antes de que fuera demasiado tarde. Buscó en el material y descubrió escenas perdidas o que estaban dañadas e hizo voces en off él mismo para las partes que faltaban en la trama. Al director no le parece que la cinta haya envejecido, pues dijo que es una película con temas que trascienden al tiempo.
Cuando Sluizer se reunió por primera vez con Phoenix en un hotel de San Francisco para hablar sobre la película temía cómo reaccionaría un joven galán a trabajar con un director mayor.
Pero Phoenix era respetuoso y compasivo, y corrió para llevarle al enfermo Sluizer una medicina para una jaqueca durante su primera junta. Después lo acompañó en largas caminatas en Utah. Sluizer dijo que se enteró de la historia de Phoenix con las drogas y que consultó con su madre que estuviera bien antes de comenzar a filmar.
«River era una persona amable y respetuosa, debo decir que lo quería mucho», dijo Sluizer. «Dark Blood» no fue una producción sencilla. La historia era pesada y filmaron en locaciones desoladas además de que era difícil trabajar con Davis, quien era dura con Phoenix. El joven actor tenía dislexia y no podía recordar diálogos largos, por lo que pidió al director que los acortara.
A pesar de todo Sluizer se maravilló con la habilidad de Phoenix de encarnar a un personaje con tal profundidad. «Es lo que emana de él, y el carisma que tiene, además del hecho de que sabe cómo expresar un personaje cuando lo ha adoptado», dijo Sluizer. Pryce, quien dijo que comenzó a admirar a Phoenix por su papel en «Stand By Me», solía reunirse con él y sus amigos para cenar en Utah.
«Te acercas increíblemente a la gente cuando trabajas con ellos en una película… Sentía una enorme empatía con él. Me caía muy bien», dijo Pryce. Sluizer y Pryce insisten que Phoenix no estaba consumiendo drogas cuando estaban filmando en Utah, pero algo estaba claramente mal con Phoenix cuando el equipo de producción se reunió para hacer unas tomas en Los Angeles. Sus ojos estaban desorbitados, caminaba diferente y se sentaba lánguido por mucho tiempo.
«Había estado tomando algo. Era muy claro», dijo Sluizer. A la mañana siguiente les dieron la noticia de su muerte. «Nos dejó totalmente tristes… Estuve a punto de decir que no quería hacer más películas», dijo Sluizer.