«La Cacería del Nazi», una película sobre la captura y expulsión de Bolivia del criminal de guerra Klaus Barbie, se estrenó ayer en La Paz como un gran esfuerzo del cine local, en coproducción con Francia y Alemania.
El filme narra la historia de cómo los esposos Serge y Beate Klarsfeld -famosos por la captura de criminales de guerra nazis ocultos en América tras la II Guerra Mundial- siguen la pista de Barbie hasta detectar su presencia encubierta en Bolivia bajo la identidad de Klaus Altmann, estrechamente ligado al Ejército criollo como oficial de inteligencia.
Barbie, conocido como el «carnicero de Lyon», fue expulsado de Bolivia en 1983, tras las gestiones del matrimonio Klarsfeld, y trasladado a Francia, donde terminó sus días en una cárcel en Lyon, lugar donde cometió la mayor parte de sus atrocidades.
Dirigida por el francés Laurent Jaoui y con el alemán Hans Schiller en el papel de Barbie, «La Cacería del Nazi», cuyo título original en francés, es «La Traque», está ambientada entre 1972 y 1984, cuando el ex oficial nazi trabajaba para los servicios secretos militares bolivianos y luego fue descubierto.
Los productores bolivianos Gerardo Guerra y Paola Gosálvez consideran que la película es el proyecto internacional más importante para el cine local.
«Es la producción extranjera más grande que se haya hecho en Bolivia y tiene una amplia participación boliviana», afirmó orgulloso Guerra a la red privada de televisión Red Uno, revelando que casi «le da un ataque de pánico» cuando lo contactaron para rodar la película.
Recordó que unos 60 bolivianos, entre actores y del equipo de producción, además de centenares de extras trabajaron en el filme con «muy buen nivel actoral» por lo que «los franceses estaban muy contentos».
La película se estrena ayer en La Paz, donde se rodó gran parte del film, y a juicio de Guerra, «así como ha sido un éxito de producción» se espera que sea también un éxito de taquilla «porque el público paceño es parte de este mito».
La obra se basa en un libro del periodista boliviano Gustavo Sánchez, que narra su intento por secuestrar a Barbie en 1972 para llevarlo a la justicia y que posteriormente, tras el fracaso de ese intento, contacta a los Klarsfeld.
Pero Sánchez tuvo su desquite: ya como funcionario clave del ministerio del Interior del gobierno del presidente izquierdista Hernán Siles Suazo (1982-85) pudo capturar a Barbie y deportarlo a Francia en 1983.
El público paceño tendrá, desde ayer, la posibilidad de ver un filme que cuenta la historia de Barbie, un hombre acusado de haber asesinado a casi 4.500 personas y de la tortura y posterior muerte de Jean Moulin, miembro de la Resistencia francesa.
Barbie se había refugiado en Bolivia en 1955 y por sus negocios, bajo la identidad de Altman, viajaba constantemente a Perú a finales de los 70, donde sus cazadores no lograron obtener que fuera deportado.
Fue de regreso a Bolivia cuando se alcanzó finalmente su captura, y una noche de 1983 fue sacado en un vehículo Falcon negro de la cárcel de San Pedro, en La Paz, y llevado al aeropuerto para ser trasladado primero a la Guayana Francesa y luego a Francia, donde murió en 1991 en una cárcel en Lyon.